Un depravado albañil violó a un niño de tan solo 8 años (parte 2).
Fecha: 08/06/2025,
Categorías:
Dominación / BDSM,
Fantasías Eróticas
Gays
Autor: Oro93, Fuente: SexoSinTabues30
... insoportable para el niñito que llorando y suplicando decía una y otra vez «Pará ya, pará por favor, sacame, me duele, me dueleeee, más despacio, más despacio ayyyy, ayyyy, me duele tu pija me dueleee». Lo que Luisito ignoraba, a sus apenas ocho años, es que todo varón, al escuchar que sus pijas generan dolor al coger, lo excitan más, los descontrola y hace que aumenten la la fuerza e intensidad de sus cogidas; ellos disfrutan sometiendo a quien recibe su virilidad y más si lo es un violador como Pedro, quien buscaba generar dolor y sufrimiento al niño, cosa que no encontraría en un sexo consentido. Así Pedro, estimulado al comprobar el dolor que causaba su destacada poronga, se sentía en lo más alto… «sí putita, dale, gritá más, pedí todo lo que quieras siiii que ricooo te duele, te duele verdad» y el cogido no podía evitar responderle en ese sentido; cerrando sus ojos, trataba de aguantar el descontrol, rogando para que su culito descanse lo antes posible.
Pedro sentía, como nunca, la felicidad de ser todo un hombre, al cumplir su sueño de romper, una y otra vez aquel infantil pero aguantador culito, sueño hecho en cada metida, en cada largada. La tercera ronda llegó a su inevitable final, con grandes descargas de aquel preciado líquido blanco que, sacando la pija, impactó deliberadamente en las nalgas del niño y disfrutar así de una morbosa imagen, la de unas nalgas bañadas en leche con un culito bien abierto. La leche se escurría en las inocentes nalgas, como el ...
... mortero en la pared que sus manos hacían en la obra, mismas manos que sujetaron el cuerpo ajeno en la cogida y con la que dirigió su mástil para que su semen pueda estar ahí, donde lo deseaba y recorriendo su camino.
Y entre breves descansos, en los que dedeaba el culito usurpado o usaba la pequeña lengua pata limpiar toda su verga, este violador continuó sometiendo a un niño a sus más bajos placeres, un niño entregado totalmente a la voluntad del fortachón, quien de cucharita, misionero, patitas al hombro o haciéndolo cabalgar, le dió tanta pija como nunca a nadie le metió a un niño que nadie imaginaría. Para las siete de la tarde, faltando media hora para el fin, estaba arrodillado el vigoroso trabajador, con sus muslos apretando y encima del joven rostro, agitando intensamente su enorme pija hasta descargar raciones de leche bien caliente en la cara de Luis, quien con los ojos cerrados sintió y olió, por vez primera, la leche de un varón de 36 años, que en su cutis coronaba intensamente una tarde de tremendo placer por un lado y de sufrimiento por el otro, de un deseo que empezó con aquellas nalgas blanquitas y que en ese instante ya estaban totalmente reventadas.
Pedro metió dentro del short, la metralla con la que acababa de dar sus mejores batallas, luego de bañar cuidadosamente al niño, sacando con sus dedos la leche en el culo, nalgas y cutis de Luis, eliminando así todo rastro comprometedor. Pensó por un instante e hizo un resumen de la faena: en total, su poderoso ...