A pesar de sus insultos, terminó cogiéndome
Fecha: 11/06/2025,
Categorías:
Gays
Autor: Cintia, Fuente: TodoRelatos
... penetrase. Nunca había tenido una atracción hacia algún chico, y ahora caminaba al encuentro de alguien, prácticamente un desconocido, que me haría suyo.
Pero al llegar al lugar se aceleró mi corazón, Andrés abrió la puerta y después de tomar una cerveza, cada uno, me conduce al dormitorio, donde estaba la cama“nupcial”, comenzando a desnudarme, dándome unos chirlos en los glúteos, diciéndome:
“Que delicado y blanquito que eres, y tu culito es una pera, delicioso” Me sonreía, ante esos halagos de mi cuerpo, cuando comenzó a quitar su ropa, y lograr ver con mayor detenimiento su verga, algo oscura, bastante gruesa y un largo apreciable, parecía que estaba desproporcionada, con respeto al cuerpo de mi“amigo”.
Creo que en ese momento dude que estaba haciendo ahí, estaba algo dubitativo, al punto que carecía de erección, cuando trato de besarme lo rechacé, que no fue mucho de su grado.
Andrés se percató de mi estado, me acostó sobre el lecho, que, muy hábilmente, comenzó a acariciarme, chupando los dedos de mis pies, besando mis piernas hasta llegar a mi ingle, lamiendo la zona, y hasta mamando de mi pija, que ya parecía entrar en acción,
Me coloco en cuatro, lamiendo mi ano, punto donde mi excitación comenzó a evolucionar, continuo un rato más, alterándome, donde mi incertidumbre persistía.
Trate de impedir la penetración, aunque supongo que no había vuelta atrás, además podría reaccionar de una manera violenta, optando por dejar las cosas, al libre ...
... albedrio.
Continúo incitándome, succionando mis tetillas, y volviendo a mamar mi verga, cuando con su dedo embardunado de una crema, los introduzca en mi ano, que, sin pérdida de tiempo, su glande ya estaba depositado en mí abertura. Sintiendo cierta molestia al intentar introducirlo, pareciendo oprimir mis órganos, a medida que iba enterrando su verga por mi recto, comenzando a gemir, no sé si por placer o por dolor, hasta que su pelvis quedo adherida a mis glúteos. Diciendo:
“Vaya, que estrechito que eres, nunca creí que llegaría a cogerte”
No hice ningún comentario, solo que me cautivó, percibir como su aparato sexual, ocupaba su volumen totalmente en mi recto, parecía que se iba amoldando a ese tamaño, me sentí totalmente poseído por Andrés, llegándolo a besar desesperadamente en su boca, hasta introducir mi lengua en la suya, en los labios, entrelazándose, en esa comunión anal.
Mordisqueaba mi cuello, intentándolo volver a besar, me transportaba en ese coito antinatural, me encantaba la manera en que me estaba cogiendo, era algo brutal, entregándome sin ningún tipo de fingimientos. Eso parecía enardecerlo, aumentando la intensidad de sus bombeos, acompasado por mis gemidos de placer. Diciéndome:
“Voy a destrozar tu lindo culo”
En ese instante, volví a pensar, como pude, involucrarme sexualmente con este tipo, mientras que sus frenéticos bombeos, me apasionaban, hasta sentir como su leche era vertida en mi interior, manteniendo su verga en mi intimidad, mientras no ...