1. Le comimos el culo al contable………..


    Fecha: 11/06/2025, Categorías: Dominación / BDSM, Gays Autor: Martehijodejupiter, Fuente: SexoSinTabues30

    ... nuevamente los cinco lo acorralamos.
    
    Fue cuando, le dije. “Discúlpanos, pero eso se lo hacemos a los empleados nuevos, nada más por pasar el rato. Y para que veas que todo fue un vacilón, te invitamos a tomar unas cervezas con nosotros”. En esos momentos, se sonrió algo asustado. Y desde luego aceptó la invitación.
    
    Así que ese viernes en la tarde al salir de la obra, tras encontrarlos nuevamente en la calle, nos acompañó a un bar cercano, donde comenzamos a beber, y pasar el rato, contando chistes, y hablando pendejadas.
    
    Pero cuando ya él iba como por su sexta o séptima cerveza, se dio cuenta de que yo, había comenzado por colocar mi mano sobre uno de sus hombros, y a medida que seguíamos bebiendo, la había ido bajando, y prácticamente le estaba agarrando las nalgas.
    
    Cuando me lo hizo notar, me disculpé, no sin antes darle una nalgadita. Cosa que él no lo vio del todo mal.
    
    Al rato alguien del grupo, dijo tener hambre, y que nos invitaba a su casa a comer, apenas llegamos a su casa, seguimos bebiendo, pero al rato mientras se preparaba la carne a la parrilla.
    
    Y así mientras seguimos bebiendo, y charlando, hasta que, en cierto momento, mientras aun el contable continuaba bebiendo, lo volvimos a rodear.
    
    Al principio, quizás pensó que seguíamos con el vacilón, pero cuando le dije de manera seria. “Quítate la ropa”.
    
    El contable no pensaba hacerlo, es más lo tomó como parte de lo que él entendía era una pesada broma, pero nuevamente no se lo pedí, sino que ...
    ... se lo ordené que se quitase toda la ropa.
    
    Ante mi insistencia, me preguntó para qué, y mi respuesta fue. “Para comerte ese culo.” Fue cuando a pesar de lo bebido que él estaba, no podía creer lo que yo le había dicho, así que nos dijo muy asustado. “¿Por qué me hacen eso?” Y mi respuesta fue. “Porque tienes un lindo culito, que los cinco nos queremos comerte”.
    
    Y aunque el contable ofreció resistencia, con suma facilidad, lo llevamos hasta una de las habitaciones, al tiempo que le seguíamos diciendo. “No te preocupes, que por eso no ha muerto nadie”.
    
    Él comenzó a llorar, nos pedía que no le hiciéramos daño, y nos decía de manera insistente. “Yo no soy maricón.”
    
    Pero mientras más nos pedía que lo soltásemos, mis amigos y yo más nos excitábamos, y con mayor entusiasmo le seguíamos diciendo que le íbamos a comer el culo.
    
    En un abrir y cerrar de ojos, a medida que lo fuimos llevando hasta el cuarto, le fuimos quitando toda la ropa, a pesar de la pobre oposición que él realizaba.
    
    Le quitamos el slip, luego lo acostarnos a lo ancho, en una cama, y aunque él trataba de que desistiéramos de nuestras intenciones, lo acostarnos boca abajo a la fuerza, separarnos sus piernas, y comencé a meterle mis dedos, llenos de vaselina, por su culo.
    
    Él seguía pidiendo que no le hiciéramos eso, cuando uno de los chico, le dijo. “Deja de chillar, o te pongo a mamar.”
    
    Eso bastó para que el contable cerrase su boca, dejando que siguiera, penetrándolo con mis dedos, manoseando su ...
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