1. Diario de Marieta, me follé a mi papa sin saberlo


    Fecha: 15/06/2025, Categorías: Incesto Autor: El insecto palo, Fuente: TodoRelatos

    ... blancas de encaje, muy sexys, y decidí no ponerme sujetador, pues mis tetitas podían ir libres al ser pequeñas.
    
    Dentro de un pequeño bolso llevaba mis cosas, además de una caja de seis condones, algo que siempre llevaba allí, pues nunca se sabía cuando iba a presentarse un polvo.
    
    El lugar estaba muy lejos de casa, en un pueblo vecino, cruzando una carretera que atravesaba el campo, en un polígono, en un barrio bastante peligroso, estuve a punto de echarme atrás. ¿Cómo podía ir? Todavía estaba sacándome el carnet de conducir y no tenía coche, fui a la estación de autobuses y pregunté si había un autobús que fuera a ese pueblo, por suerte, en media hora salía uno.
    
    Vio el autobús, subí y veinte minutos después me dejó en la plaza del pueblo, durante todo ese tiempo estuve muy nerviosa, intentando no pensar en que haría al llegar allí.
    
    No me fue difícil llegar al polígono desde donde me dejó el autobús, a pesar de que el barrio era peligroso, pronto llegué a una cola de gente que estaba reunida ante un almacén, sin duda ese era el lugar.
    
    Me hice la remolona, no queriendo acercarme mucho, una puerta se abrió y salió un segurata, era fornido y atractivo, fue pidiendo el carnet a todos, seguramente no querían que entrasen menores y verse en un lío, cuando había entrado toda la gente, que por lo menos eran unos veinticinco, me miró, yo le miré y casi me muero de vergüenza, entonces él me hizo un gesto para que fuera, yo me acerqué.
    
    --¿Vas a entrar o cierro?—me ...
    ... dijo.
    
    Ese momento fue decisivo en mi vida. ¿Por qué no dije que no? Fácil, estaba súper cachonda, tanto que me hubiera tirado al nardo de ese gorila.
    
    --Si—dije.
    
    Le di mi carnet y entré mientras me preguntaba que cojones había hecho, caminé por un pasillo hasta un mostrador donde había una mujer.
    
    --Son cincuenta euros—me dijo.
    
    Me pareció súper caro, pero accedí como una persona hipnotizada, todo fuera por aliviar mi salvaje lívido, cuando le di el dinero ella me dio una máscara que cubría toda la cara y que serviría para mantener el anonimato, y una llave pequeña con un número, el 3, que después descubrí era de una taquilla.
    
    --¿La tengo que llevar todo el tiempo?—pregunté refiriéndome a la máscara.
    
    --Haz lo que quieras—me dijo—Mientras pagues…
    
    Entré por la única puerta que había y vi unos vestuarios, estaban separados por sexos pues solo había mujeres, me acerque a mi taquilla y la abrí, comencé a desnudarme.
    
    Mientras lo hacía las mujeres hablaban a mi alrededor, allí descubrí que en ese lugar no había regla ninguna.
    
    --Pienso follarme a cinco—dijo una—Batiré mi record.
    
    --¿Te apetece enrollarte conmigo en un rato?—le pregunto una a otra.
    
    --Claro—dijo ella.
    
    Curiosamente esas palabras me excitaron. ¡Qué lugar! Las mujeres salieron por una puerta doble y yo, ya desnuda completamente, me puse la máscara, metí mi ropa en la taquilla, la cerré y dejé la llave puesta, era lo que todas habían hecho, las seguí y todas salimos a una gran sala que estaba ...
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