1. Ayudando a Mamá (03).


    Fecha: 20/09/2017, Categorías: Incesto Autor: nokomi, Fuente: RelatosEróticos

    ... sentía poco hombre, pero también tenía una amarga sensación de rechazo en mi pecho. ¿Por qué me había hecho ilusionar para después dejarme con las ganas? Para tratarme como si yo fuera un desconocido. Ahora ni siquiera me sentía excitado, estaba totalmente desnudo acostado mirando el techo y mi pene estaba más dormido que nunca. Mientras debatía de qué forma debía reaccionar escuché que golpeaban a la puerta de mi dormitorio. - ¿Qué querés? – pregunté secamente. La puerta se abrió despacito y mi madre se asomó, a pesar de que yo estaba muy enojado con ella, me sonrió. - Nada, quería ver qué andabas haciendo – su voz sonaba alegre, casi infantil. - No estoy haciendo nada – entró al cuarto caminando despacio, aún estaba completamente desnuda. Me resultó extraño verla así luego de lo que ocurrió. - ¿Querés que miremos una peli? – mi madre estaba recurriendo a su enorme simpatía y buen humor para intentar hacer las paces conmigo. - No tengo ganas. - ¿Y de qué tenés ganas? – preguntó sentándose a mi lado sobre la cama y acariciando suavemente mi estómago. - Ahora de nada - ¡Qué difícil era mantener mi enojo viéndola desnuda y tan de cerca! - ¿Me puedo quedar haciendo nada con vos? Se acostó en la cama en posición opuesta a la mía. Apoyó su cabeza en mi pierna derecha, mi pene quedó a pocos centímetros de su cara y yo tenía su conchita casi pegada a la mía. Acarició mi vello púbico con la punta de sus dedos y en cuanto tocó mi miembro le aparté la mano bruscamente. Apretó la ...
    ... boca frunciendo los labios hacia adentro, se quedó pensativa y en silencio. No podía dejar de mirarle la conchita, ella lo notó y flexionó una de sus piernas para permitirme ver mejor. Su rosada vagina estaba tan mojada como lo había estado una hora antes. Me pregunté por qué estaba tan excitada, tampoco sabía qué pretendía conseguir actuando de esa forma, posiblemente sólo intentaba hacerme cambiar el humor. Decidí mantenerme firme. Ella comenzó a tocarse el clítoris suavemente, luego introdujo dos dedos en su agujerito y los sacó cubiertos de fluido transparente, a continuación los llevó hasta su culito y los introdujo juntos. - Hiciste un buen trabajo, ya no me duele si meto los deditos. - Ah, qué bien… - le contesté secamente. A pesar de mi enojo no podía evitar mirar cómo se masturbaba analmente – ahora le podés decir a Luis que te la meta por el culo – me di cuenta de que ésta era la primera vez que reaccionaba con celos hacia uno de los amantes de mi madre. - Lo cierto es que no puedo – la miré intrigado – Luis se muda mañana, se va a vivir al sur, consiguió un trabajo mucho mejor. Lo de hoy fue una despedida. - Bueno, todavía te queda el verdulero – otra vez dejé ver mis celos. - Tampoco, la vez que estuve con Betiana nos quedamos hablando sobre su marido, hace rato que quiere dejarlo, pero tiene miedo a sentirse sola. Yo le dije q Daniel era un buen candidato, a ella siempre le gustó y creo que a él le pasa lo mismo con Betiana, por eso me prometió que algún día lo ...
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