El collar de mi sumisa (parte III)
Fecha: 04/07/2025,
Categorías:
Dominación / BDSM,
Autor: Montes Federico, Fuente: CuentoRelatos
... la vista, sus ojos mostraban deseo y la excitación de saberse vista por otro. Lo estaba empezando a gozar.
- “Querés que Perseo te dé un chirlo”
- “Uno”, dijo suave
Perseo se acercó y le dio una palmada en la nalga. Ella siguió chupándome. Le hice una seña y el muchacho le dio otra y otra más mientras la mamada se iba tornando caliente y más vigorosa. Mediante mis señas, el muchacho siguió dándole suaves chirlos hasta que le indiqué que pare. La levanté a Julia y la puse arrodillada en el sofá y apoyada en el respaldo.
- “¿Querés que te penetre?
- “Sí”, contestó rápidamente.
- “¿Y querés que Perseo mire?
- “Si”, dijo más bajo y lentamente. Ante ello le di un chirlo.
- “Perseo no te escucha, Pedile perdón y decile que puede mirar cuando te penetro. Decile todo”.
- “Perdón Perseo. Mi amo me va a penetrar y me gustaría que miraras como lo hace” y dándose vuelta preguntó “¿Está bien así, papi?
- “Muy bien. Tenes que saber que ahora sos mi putita y la putita de Perseo, aunque él tenga límites que yo no tengo. ¿Entendés’”
- Si papi”
- “Ahora sé una buena putita, ponete como te dije y hacenos disfrutar a los dos”
Se acomodó en la posición que le había indicado, me ofreció su conchita mientras lo miraba con deseo y lujuria a Perseo. Yo la penetré desde atrás y le dije a Perseo que se acerque ella, para que lo mire.
- “ ¿Querés que se masturbe para vos?
- “No sé”, dijo despacio. Nuevo chirlo
- “Sé una buena putita para Perseo. Pedile ...
... perdón y decile fuerte que querés que haga”
- “Perdón Perseo. Quiero ver como te masturbas mientras mi amo me coge”
Yo la cogía despacio, penetrándola lentamente hasta el fondo, pero ella estaba abstraída mirando al muchacho masturbarse y se iba calentando.
- “Perseo merece un mejor trato. Decile que se acerque y masturbalo vos”.
- “No sé papi”
Le di un chirlo y otro más.
- “Te acabo de dar una orden putita. ¿No pensas obedecerme”, le dije mientras le hacía señas al muchacho que se acercara.
- “Estirá la mano y acaricialo”
Con temor, estiró una mano y tomó el miembro de Perseo.
- “Pajealo, como la buena putita que sos“, le dije, mientras le daba un chirlo.
-”Si papi”, dijo, mientras lo empezaba a masturbar.
Volví a penetrarla fuerte y sentí como se iba calentando. Lo masturbaba a Perseo y estaba absorta, gozando de ser cogida a la par que sentía como se calentaba el pibe y lo veía llegar. Cuando lo vio acabar me pidió
. “Fuerte papi, haceme fuerte”. A la tercera embestida acabó, abrazándose al respaldo.
- “¿Te gustó ser putita para los dos?”
- “Mucho”
- “Queres que Perseo vea como te hago la colita?
- “Si”
- “Pedíselo”
Se lo pidió, ya sin vergüenza, claramente. Mientras le iba penetrando el culito, su mirada estaba fija en el muchacho, el cual, a la vez, la comía con los ojos. Y así estuvo hasta que acabó con un largo gemido.
- “Sentate y masturbame. Haceme acabar y tragate mi leche, para que Perseo te disfrute. Es más, ...