La Tienda de Artículos Eróticos - Relatos Eróticos

La Tienda de Artículos Eróticos

... abundante leche caliente. Yo me sorprendí de la tremenda satisfacción que me había brindado, ya que no me lo esperaba y fue algo que jamás me lo habría imaginado. Ahora ya empezaba a mirarlo con otros ojos y empecé a hacer planes para hacerlo mío las más veces que se pudiera. Me arrepentí de la manera que siempre lo había tratado, ya que él se mostraba muy descarado y demasiado insistente cada que iba yo a la tienda y eso como que me molestaba un poco. Ahora ya empezaba a valerme madre y, muy al contrario, agradecí que yo le causara ese gran interés hacia mí, ya que eso me facilitaría las cosas que ya me estaba imaginando en mi pervertida mente.

Me arregle como pude, tome mis dildos que el hombre ya me había empacado, nos despedimos con la promesa de volvernos a ver mientras el hombre sonreía con cara de triunfo ya que finalmente me había conseguido, cosa que había sido su objetivo desde tiempo atrás. Así entonces tomé mis cosas, que por cierto no me cobro, supongo porque él ya se imaginaba como me iba a cobrar, cosa que yo ya estaba de lo más dispuesta a aceptar, así que me fui de la tienda de lo más contenta tomando rumbo hacia mi depa.

Llegué a mi depa totalmente distraída, recordando la tremenda cogida que me acababa de dar el encargado, mi nuevo macho a partir de ese día, así que no me di cuenta de que se abría la puerta del depa junto al mío y me di tremendo portazo que me hizo caer al suelo. Las cosas se me cayeron al suelo y mis dildos salieron volando.

Mi ...

... vecino se apresuró a ayudarme a levantar y se deshacía en disculpas, hasta que vio mis dildos y amablemente se ofreció a levantarlos y me ayudo a meterlos en su caja. Yo me moría de la vergüenza, jamás me hubiera imaginado estar en una situación tan vergonzosa y menos a la puerta de mi casa y mucho menos con el vecino que ya estaba haciéndose ideas acerca de mí.

Me molestaba de sobremanera la situación, ya que yo trataba de mantener una reputación intachable por lo menos en mi edificio, ya que todos sabían que yo era de lo más seria y responsable. Ahora me temía empezar a ser la comidilla de todos los vecinos y eso me preocupaba.

Así que, más tarde le fui a tocar la puerta al vecino para disculparme por el malentendido y a pedirle que ese lamentable suceso se mantuviera resguardado para que nadie del edificio se fuera a enterar. El vecino pareció sorprenderse de mi petición, y me dijo que no me preocupara. Eso no me convenció en absoluto, así que hice que en verdad me lo prometiera. El hombre acepto de muy buena gana con la condición que le regalara un video cuando yo me dispusiera a disfrutar mis juguetes, así que no tuve más remedio que aceptar semejante propuesta de lo más indecorosa.

Al sábado siguiente, en la noche, me presente en el depa del vecino para entregarle el video prometido. El hombre no dijo palabra alguna y solo se limitó a tomarlo quedándose pensativo, ya para despedirme, sorpresivamente, el muy cabron degenerado, me advirtió que pasara a tomar una ...