1. METAMORFOSIS 204


    Fecha: 12/07/2025, Categorías: Gays Autor: Betelgeuse, Fuente: SexoSinTabues30

    ... muy lindo como tu madre!” β€œ¡muy lindo!” lo volvió a alzar y bajar β€œ¡sucesor!” β€œ¡sucesor!” β€œ¡sucesor!”, el niño al sentirse sostenido no paraba de reír, con sus pies y manos al aire continuaba agitándolas y riéndose, Ana se apartó del catre viendo por la ventana, instintivamente supo que su hija Renata estaba fuera de la ramada seguramente por aquellos matorrales, emitió un grito que hizo sobresaltar a Lupercio dejando el niño acostado en la cama pero sin dejarlo de mimar, también los gritos hicieron sobresaltar a la pequeña y a su iniciador Jasmani que inmediatamente se apartaron, la niña ruborosa tomaba su ropa vistiéndose en el acto, Jasmani se limitaba a verla, seguir escondido en la cueva por un rato más sería lo mejor, ordenó a la niña que fuese en búsqueda de su madre, así quedó Jasmani a la expectativa viendo a la pequeña correr por ese monte, calculó el tiempo de llegada de la pequeña y de eso aprovechó para salir furtivamente de la cueva hacia donde estaba su caballo, tan pronto pudo emprendió galope, mientras en los bajos de la ramada Renata recibía órdenes de su madre de ir al riachuelo a lavar los recipientes que servían para recoger la leche de las cuatro vacas que el patrón Joaquín Valdés había regalado a los padres de Renata, de esa forma la obediente nena tomó los recipientes y se puso a lavar, Ana retornaba al catre donde aún seguía acostado Lupercio con el pequeño Renato haciéndole cosquillas, la madre del pequeño abrazó a su amante insinuándole al oído ...
    ... mimosamente β€œ¡quiero más!” β€œ¡métemelo!” lo interpretó de inmediato dejando al niño en un rincón del catre sentándose a ver cómo Lupercio le abría las piernas y cómo su madre las sostenía bien abiertas, el pene erecto agitado continuamente iba entrando despacio por la vagina haciéndola bufar a la mujer, el niño aunque desconocía aquello se limitada a mirar y a tocar inocentemente los glúteos de los amantes en las vueltas que se daban sobre el catre y cuando alzaban y bajaban las caderas, los cuerpos chocaban como resultado del deseo, la intensidad de caricias no paraba, ambos se necesitaban con apremio creciente, Ana pedía más y más, Lupercio era complaciente, era con la única mujer con la que se sentía apegado al amor, su dulce amor, ella complaciente se acostaba para recibir las embestidas de pene en su trasero gimiendo y suspirando grandemente, debajo del entablado de la ramada Renata escuchaba bufar a su madre dueña de satisfacción plena, la niña arreglaba los recipientes, se imaginaba lo que ambos amantes estaban haciendo, con cautela de inmediato subió al lugar donde antes la había fisgoneado, pudo ver las manos ardientes de los amantes adultos que estaban entrelazadas pues Ana estaba sentada sobre el pene de Lupercio que se movía introduciéndose dentro de la vagina, cabalgaba la muy dichosa de sexo y placer, las manitos de Renata manoseaban la vaginita abriendo la boca exhalando respiración honda, así de ardiente hizo que le dijese a su amante: β€œ¡sigue!”, β€œ¡sigue!”, ...