El maduro empotrador tercera parte - Relatos Eróticos

El maduro empotrador tercera parte

Sobre las nueve de la noche hicimos un picoteo y fue cuando mi macho empotrador me dijo que el enano vendría más tarde.

Marisa me miró un tanto extrañada los ojos como platos pero seguramente intrigada y excitada.

Enseguida empezó a explicar que el enano vendría con su pareja y que mi cometido era satisfacer a los dos, ambos eran gays los dos versátiles pero para mí ejercerían de activos y yo no sería más que una auténtica maricona para ellos, mi comportamiento con ellos tenía que ser complaciente y darles el máximo de placer no siendo una mojigata si no activa sexualmente.

Dicho todo esto se dirigió a Silvia preguntándole si quería que viniese el enano y su pareja, entre mi chica y yo estaba el empotrador no pude ver su cara pero esta enseguida contestó que por qué no puestos ya que aquellos sería la guinda del fin de semana ver a su novio dando placer a dos hombres completamente gays.

En aquel momento evidentemente me di cuenta que mi opinión no contaba, mientras nuestro amigo el viejo empotrador felicitó a Silvia por la decisión añadiendo que se iban a divertir con la sesión de sexo en directo.

Yo me fui a pegarme en la ducha a vaciar mi intestino, luego pregunté si me tenía que poner lencería femenina siendo la respuesta que permaneciese completamente desnudo.

Mi nerviosismo era evidente mi polla estaba diminuta mientras veía como Silvia practicaba sexo oral a los tres hombres y estos a su vez le follaban su coñito.

Sobre las diez y media de la noche ...

... se sintió un coche llegar, al tocar la puerta fue uno de los amigos el que la abrió, mi primera sorpresa fue era un tío rudo alrededor del 1,90 que tenía que pesar sobre 130 kilos no sabría decir su edad pero rondaría los sesenta pero caloso, este se dio un beso con lengua y pasó hacia delante estando detrás un hombre más joven con pinta de marica delgado afeminado aliñado sobre unos setenta de altura que también fue besado con lengua al entrar luego fueron los otros dos machos los que saludaron de la misma forma a los recién llegados.

Como se me había indicado, procedí a ser lo más activa sexual y me dirigí a que el macho que me sacaba sobre 10 centímetros de altura y bastante más corpulenta que. Hola cariño espero poder satisfacer tus deseos sexuales y de tu compañero, me aferré a su boca dándole toda mi lengua durante varios minutos siendo por este estrujadas mis nalgas mientras no paraba de acaciar mi espalda y cogerme por la nuca para apretarme más contra su boca.

Pedí permiso a que el macho para besar a su pareja, este me dijo bien claro que yo estaba para dar placer a los dos y que no tenía que pedirle permiso para eso, hice lo propio con aquel chico alrededor de cuarenta años y este en su forma de besar era más cómodo de una mujer que como un hombre su cara no tenían ningún tipo de vello era suave hasta besando.

Con aquello sentí por un momento que mi pequeño pene se había alzado y viendo como tenía público me puse hasta más puta para no defraudarles, empecé ...