El maduro empotrador tercera parte - Relatos Eróticos

El maduro empotrador tercera parte

... soltando los botones de la camisa que llevaba el más joven viendo que su pecho era exactamente como el mío sin nada de ello mordes que sus tetillas las lamí y la chupete sacando sus primeros jadeos .

Con cara de niña mala me acerque a aquel macho de uno noventa y mientras besaba su cara sus labios y su cuello fui desabrochando los botones de su camisa para descubrir un pecho con unos pectorales bien marcados y con bastante bello a su vez mordisquea sus pezones haciéndole incluso algo de daño y este me dio una sonora palmada en el culo.

Estaba excitando aquel macho mientras podía ver como no perdían detalle ni mi pareja ni los otros tres hombres, mientras empecé soltando por el cinturón para luego desabrochar su botón y deslizar la cremallera lentamente hacia abajo, llevaba un diminuto slip donde se apreciaba un bulto con deseos de salir mi agaché para deslizarlo lentamente mientras el cuarteto de mirones no perdían detalle.

Descubrí una polla cubierta en su totalidad por la piel unos testículos de un tamaño en proporción al macho su polla colgaba y no parecía que fuese demasiado grande, junto a mí ya se encontraba la pareja de aquel macho poderoso llevaba un tanga fantasía de hombre marcando un tremendo paquete.

Mordisqué aquel bulto a través de la tela dándome cuenta que creció aún más en tamaño dejándolo con las ganas de seguir empecé a pasar la lengua por aquella voy a flacida del macho, en seguida empezó a dar pequeños saltos en el aire y poco a poco fue ...

... retrayéndose la piel que la cubría y creciendo en tamaño cuando su capullo quedó descubierto empecé a chupar aquella cabeza sonrosada momento en el que aquello creció desmesuradamente.

Aquella verga era dos veces mi grosor de polla el más gordo de los consoladores que teníamos en casa sería algo más delgado y su largura sería entre los 18 y 20 centímetros sus pelotas se habían contraído y podía marcarse sin ninguna duda la forma de sus dos bolas bien depiladas, con una cara de vicio y dirigiéndome a mi público empecé a mamar aquella polla agarrándome a las nalgas del macho mi boca tragaba prácticamente la totalidad de aquella apoya para volver a sacarla pasando la lengua y ensalivándola completamente y haciendo lo mismo con aquellos grandes huevos sintiendo los primeros jadeos la que el poderoso macho y sabiendo que lo tenía que estar haciendo bastante bien.

Este por su parte sujetaba mi cabeza y la manejaba a su antojo insultándome insultándome he insultándome así puta come polla come te vas a hartar de polla esta noche, durante diez minutos continúa con aquella maniobra hasta que mi otro invitado buscaba mi atención.

A las claras aquella apoyan ya destilaba líquido que había humedecido su slip, pasando yo la lengua por aquella zona humedecida y mordisqueando para atrapar la punta de aquella sacando sus primeros jadeos y agitando su respiración bajé aquel diminuto tanga para encontrarme con una bonita polla completamente descapullada mucho más delgada y aproximadamente ...