Fidel y sus maduritas 6
Fecha: 18/07/2025,
Categorías:
Sexo con Maduras
Autor: Eusebnarra, Fuente: TodoRelatos
... acetileno.
-¡Ay mi zalamero!, así me gusta, que me hagas sentir como una reina.
-Reina, diosa y carne de mi carne. Voy a estar tan pegado a ti que vamos a parecer uno.
-Pues para que te pueda igualar las ganas necesito descansar, lo único que te dejo es acariciarme, pero no busques jarana que tenemos más días. –Entonces ya lo tenía decidido, al menos hasta que volviera el marido tendría a mi madurita abierta a los placeres de la carne, esto prometía-
-No se hable más, ¿te apetece algo para recuperar fuerzas, comer o beber algo? Yo se lo preparo majestad.
-Pues mire Fidel, vaya usted a la cocina y traiga algo ligero, ale, ale.
-Sus deseos son órdenes, voy presto a su demanda.
Hice un repaso rápido al frigorífico y cogí algo de fruta y un par de botellas de agua con gas, la prepare pelada y cortada en un bol y lo lleve en una bandeja con una servilleta de tela en el brazo como los camareros.
-Majestad, su refrigerio, si me lo permite también prepare algo para mí y poder disfrutar de su compañía.
-Bueno, es usted atrevido pero se lo consiento por su buen servicio prestado.
-La honra por su parte majestad, rebajarse a degustar estas viandas con su humilde siervo.
-Que no ciervo, de esos ya tengo otro espécimen, ja, ja, ja.
-Majestad por favor, la hacía más recatada en sus comentarios.
-La reina dice lo que quiere y cuando quiere. A ver si me voy a tener que cohibir en mí propio lecho.
-Jamás señora mía, perdone si la ofendí. ¿Qué puedo ...
... hacer para desagraviar este ruin comportamiento?
-Mis reales pies, bueno mi real pie, necesita un buen masaje. –señalándoselo y jugando con sus deditos.
-Sera un placer y un privilegio. ¿Puedo comer primero?
-Bueno, pero estoy desfallecida, dadme de comer, no tengo fuerzas para alargar el brazo.
-Por supuesto majestad.
Cogí el pequeño tenedor para pinchar la fruta y acercársela cuando me interrumpió.
-No rufián, dádmela como una madre pájaro alimenta a sus polluelos, de vuestra boca.
Para no querer guerra bien que disparaba al enemigo. Agache la cabeza y tomando un trozo de sandía se lo acerque a los labios. Una gota cayó en el trayecto en su pecho, escurriendo hacia el canalillo. Lo noto y mirándome saco la lengua y me indico que lo lamiera. No deje huella y ella reía con la boca llena. Tome otro trozo y esta vez solo lo recibió. Comí yo algún trozo y en el siguiente me recibió con la boca abierta y amorrándose a mis labios, en un beso más prolongado. El amigo que no entiende de barcos volvió a levantarse y en esas le solté.
-¡MAJESTAD, LA TROPA SE ESTAN SUBLEVANDO! ¿Qué hacemos con ella?
-Como buen soldado, debe rendir homenaje a su reina, pero debe respetarla, otro día demostrara su lealtad en combate.
-Con el debido respeto, no deberíais inquietarla.
-Fidel zalamero, ¿acaso no puedes aguantar hasta mañana?, ¿quieres que sea una seca?
-… ¿Por qué tienes que llevar razón? Bueno, me conformare con desearte.
-¡Déjate llevar!, ya te lo ...