1. Mi prima y yo le hicimos 8 mamadas a mi chico en un finde


    Fecha: 19/07/2025, Categorías: Sexo Oral Autor: Anala, Fuente: CuentoRelatos

    ... Cuando haces el amor de forma oral tienes que conseguir que el chico se relaje. No puedes hacerlo así de rápido, eso es solo en los vídeos de pornografía. Tienes que ir poco a poco pero manteniendo un ritmo constante. La constancia en la mamada es lo más importante. Tampoco te la saques de la boca cada pocos segundos.
    
    - Entiendo. Dime qué más te gusta.
    
    - Pues debes agarrarla con tu mano e ir haciéndome la paja con ella mientras metes algo más del capullo en tu boca y succionas al ritmo de la paja.
    
    - Dime más…
    
    - E ir aumentando el ritmo poquito a poco, como te digo lo importante es la constancia, y cuando ya falte poco es cuando puedes apurar un poquito más pero sin que llegue a ser muy rápido. Es mejor que aumentes la fuerza en la succión que darle demasiada velocidad. Y cuando te avise es porque me voy a correr. Y cuando comience a correrme tienes que tener especial cuidado con la forma de mamar, pero dominar eso es algo que requiere varios días, no te preocupes...
    
    - Lo que quiero es que te corras en mi boca, quiero saber por fin cómo se siente, qué placeres puedo obtener de ti, saborearte y disfrutarte.
    
    - Perfecto, me encanta. A mí la verdad es que no me gusta mucho que me hagan una mamada y acabar yo pajeándome, porque para eso no tengo novia, me pajeo en casa y listo. Y también me gustaría correrme en tu boca mientras sigues mamando, me acostumbré así y me da más placer.
    
    - Pues créeme que me vuelve loca la idea, estoy sudando y llena de excitación ...
    ... por hacértelo.
    
    Total que seguí haciéndole la mamada como buenamente pude y llegó un momento en que noté que todo su cuerpo se tensaba, hinchaba su barriga y me decía que se corría.
    
    Aquello fue un poco desastre, a mí me entró su leche por donde no debía y me atraganté, me salió su lefa por la nariz, no supe seguir masturbándolo cuando seguía corriéndose, después intenté seguir chupando y comenzó a dar grititos de que le molestaba, me volví a atragantar, me lloraban los ojos, le puse el asiento del coche lleno de leche, un desastre casi total.
    
    Al final nos compusimos, como pude me llevé la leche que tenía en mis manos, cara y en su polla a la boca, la tragué y saboreé.
    
    Me llamó mucho la atención su sabor, no era el manjar de las diosas que me había imaginado pero tampoco sabía mal como decían algunas de las pocas amigas que tenía, a mí me gustaba lo suficiente y con eso me bastaba. Y me propuse ser una verdadera amante de su leche templadita, del amor que me daba en yogurt, ¡y vaya si lo conseguí!
    
    El caso es que le pedí perdón, nos terminamos de limpiar y vestir y me dijo:
    
    - No hay nada que perdonar, cielo. Ha sido un poco desastre pero es tu primera vez, es lo más lógico y habitual, y además he tenido otras primeras mamadas que han sido mucho peor. A mí me ha gustado, ¿y a ti?
    
    - Buff, muchísimo, aunque siento todo el estropicio, y esos quejidos que te escuché cuando te corrías.
    
    - Ah, no te preocupes. En realidad es algo que se adquiere con la práctica ...
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