Historia 4: ¡Un Trío, ni loca! - Relatos Eróticos

Historia 4: ¡Un Trío, ni loca!

... en mi cintura, fui bajando hasta que cerrando mis ojos exclamé un fuerte"Aaaaaaaaaaa"tenía todo su pene dentro de mi vagina.

Que caliente se sentía, sin sacarlo lo movía circularmente dentro de mi. Yo frotaba mis tetas en su pecho, mordía sus labios y gemía más y más fuerte. En esa posición no tardé mucho tiempo en bañar su pene con la miel de mi orgasmo. Fue ese instante cuando mencionó la frase:

Con una mirada nerviosa, curiosa y coqueta le respondí“Estoy ansiosa por saber cuál es mi sorpresa”,a lo que contestó:

“Es el momento que disfrutes de tu culo y tu concha al mismo tiempo. Vas a saber lo que es la doble penetración”,

UN TRIO!!!! Fue lo que vino a mi mente. Aquí debo hacer una pausa y contarles que como pareja hemos conversado muy abiertamente sobre fantasías y deseos sexuales. Y si bien hemos tenido sexo anal, nunca me he mostrado interesada en experimentar una doble penetración con una tercera persona. Como escribí al inicio de este relato, una cosa es fantasear con un Trío y otra completamente diferente es hacerlo realidad. También debo señalar, y muy ruborizada mientras escribo estas líneas, que no soy tan inexperta en ese tema. Ya llegará el momento de relatar sobre aquella vez, mucho antes de casarme, pero como deben entenderme ante los ojos de mi esposo yo jamás había hecho algo así.

Volviendo al momento que mi esposo mencionaba las palabras "doble penetración", mi mirada cambió y con algo de vergüenza respondí:“Amor tu sabes que me nace ...

... complacerte en cada idea o gusto que tienes pero personalmente a mi no me gustaría que…..”, y sin dejarme terminar mi oración, me dijo:

Algo sorprendida, no entendía lo que me quería decir, simplemente me levanté y vi un regalo en forma de caja, la tomé y la abrí. Una expresión morbosa recorría mi rostro, lo miré toda pervertida porque ya había entendido a donde llevaba esto. Me senté en el sillón del frente, desnuda abiertas de piernas, tomé el dildo que había dentro de la caja y empecé a darle todo un espectáculo. Primero metía el dildo en mi boca, la chupaba como si fuera su pene, con mi otra mano me frotaba mi clítoris. Yo lo miraba y gemía, él estaba muy atento observando con detalle cada uno de mis movimientos. De mi boca a mi concha, primero despacio y luego más rápido, más gemidos, lo veía coquetamente y cada cierto tiempo sacaba el dildo lleno de sus jugos y lo chupaba. Me puse en 4 dejando toda mi cola a su vista para que mirase como introducía aquel dildo por mi sexo. Ardía en placer, en calentura, mi cuerpo quería más y con toda mi excitación le dije con una voz tan sensual y provocativa“Rómpeme el culo”.

Lo miraba cuando se levantó y se puso detrás mío. Comenzó por dilatarme, moviendo uno de sus dedos y escupiendo en mi ano."Uuuuu asíiii, que rico"gemía entregada a él deseando que me haga suya. De repente solté un grito de placer cuando sentí su verga hundiéndose en mi culo. (Es precisamente en ese momento cuando se juntan el dolor y el placer haciendo del sexo ...