La chica del soldado - Capítulo 10 - Relatos Eróticos

La chica del soldado - Capítulo 10

... donde parabamos. Conmigo él desidia cuando teniamos sexo, como lo haciamos y como queria que yo me vistiera para él. Cambié un poco mi estilo de chica coqueta a chica sexy, atrevida y rebelde, tal como la novia de un rockero. Yo no me quejaba, de hecho me encantaba ser muy sumisa con él, aunque sabia que esta experiencia no era para siempre, pues era mas que conciente de que él tenia muchas mas amantes con las que me podia cambiar cuando él quisiese y se aburriese de mi. Yo tambien tenia mas hombres con los que podia recurrir cuando me aburriera de él y su banda. Además tenia el dinero que habia conseguido hasta el momento encargado con la señora Christine en The Velvet Room.

Era en las noches cuando parabamos en moteles para tener sexo desenfrenado despues de algun toque exitoso o algun fracaso del dia. No importaba cual fuera el estado de animo de Jack, que él siempre me follaba como un animal salvaje, acababa dentro de mí y me dejaba exhausta tirada en la cama y salia al balcon desnudo a fumar un cigarrillo. Recien follada y acostada en la cama miraba su corpulento cuerpo, grande, varonil, alumbrado solo con una tenue luz amarilla de una farola de la calle y no podia evitar enamorarme de él cada vez un poco más.

¿Sabes que es lo bueno de tí Sophia? - dijo mientras le daba una calada al cigarrillo.

¿Qué? - pregunté viendolo desde la cama y prendiendo otro para mí.

Que eres jodidamente sexy y nunca te vas a embarazar - dijo soltando el humo al techo.

El sexo ...

... con él era fantastico, realmente me hacia gemir como ningun otro hombre lo habia hecho. Con su verga de aproximadamente 21 cm y bien gruesa. Ayy como me fascinaba chuparsela toda una noche sin parar, le podia rendir culto a su pene de haber sido necesario. Se notaba su experiencia follando mujeres pero él decia que yo era su primera chica trans. Decia que el sexo conmigo era muchisimo más rico pues yo sabia mamar muy bien su polla, ademas de que mi culito era muy apretadito sin importar cuan usado habia sido. A él le gustaba el sexo fuerte y a mi tambien. Le gustaba ahorcarme, a mi eso me volvia loca. Me jalaba del pelo, yo mas fuerte gemia. Me daba fuertes nalgadas, yo entraba en extasis.

Y eso no era lo mejor, pues habian ocaciones en las que no teniamos dinero para pagar el motel, entonces lo que haciamos era parar en medio de la carretera para tener sexo sin ser interrumpidos por los miembros de la banda dentro del camper. Lo haciamos en bosques de Virginia, Carolina del norte o Tennessee. O tambien en lugares deserticos de Texas, Nuevo Mexico o Arizona. No sé cuantas veces follamos de esta manera, no sé cuantas veces los carros que pasaban nos pudieron ver, no sé cuantas veces los miembros de la banda nos vieron coger desde el camper. No sé cuantas veces estuvimos cerca de ser arrestados por practicar sexo en publico. No nos importaba nada mas que el sexo más desmedido, morboso y no tradicional posible. Eso nos excitaba de sobremanera, nos encantaba la adrenalina y ...