La chica del soldado - Capítulo 10 - Relatos Eróticos

La chica del soldado - Capítulo 10

... buscabamos cada vez cruzar un poco mas los limites.

Me estaba enamorando de Jack.

Hubo un momento en el que a la banda le estaba yendo tan mal, que no teniamos mas de 100 dolares para sobrevivir una semana. Eramos 5 personas: el guitarrista, el bajista, el baterista, Jack y yo. Teniamos que costear la gasolina para seguir viajando y que ellos se presentasen en mas lugares, ya nos habiamos quedado sin comida que yo pudiese cocinar y no teniamos dinero para quedarnos en moteles como antes. Los pocos discos que lograban vender no daban mas que para hamburguesas del Mcdonalds, la marihuana que vendian se les habia acabado y ya no tenian ni para ellos mismos, los lugares de mala muerte donde tocaban ya no los aceptaban por peleas que tenian con los dueños y hasta se empezaron a pelear muy fuerte entre ellos. Todo era un completo caos y yo estaba ahi en el medio sin saber que hacer. Mi consejo para Jack era que abandonara el proyecto, pero él estaba empecinado en seguir y juraba que iba a alcanzar la fama y el dinero ...

... aunque fuese solo y tuviera que abandonar a sus amigos.

En tal crisis, Jack me pidió que me vendiera como lo hacia antes para conseguir algo de dinero por el momento. Yo me enojé demasiado con él y tan furiosa le pegué una cachetada que le deje muy claro que yo no iba a hacerlo por él y sus estupidos amigos. Fui corriendo al camper y empecé a empacar mis cosas para largarme de ahi, pero mientras lo hacia fui pensando en la idea de volverme a prostituir. Es cierto que me gustaba mucho hacerlo pues sacaba la parte mas lasciva de mi, pero lo habia hecho tanto tiempo que siempre era lo mismo. Sin embargo, cuando me imaginé prostituyendome por Jack y él siendo como mi proxeneta, me empecé a exitar tanto que reconsideré la idea.

Paré de empacar. En mi maleta estaba mi lenceria y mis hormonas. Salí del camper, fui a buscarlo, lo besé y le pedí que me follara como una puta. Esto iba ser diferente, ya no era yo prostituyendome por culpa de un hombre, sino yo prostituyendome para un hombre. Y eso… eso me excitaba demasiado.