Mística
Fecha: 23/07/2025,
Categorías:
Control Mental,
Autor: Omed, Fuente: CuentoRelatos
... esplendor de sus senos y su zona púbica. A pesar de estar enferma, su cuerpo se movía rítmicamente al son de la lujuria, incitando a desviar la razón de estar ahí; no me imagine pensar todo esto, ya que María la consideraba una amiga o hermana, pero en estas circunstancias deje a un lado todo esto.
Sabes, he visto en ti un espíritu maligno poseso en tu cuerpo, ¿hay solución?, si la hay, pero es un poco comprometedora, dependerá de ti si aceptas o no:
María: ¿Cuál es? Ya no aguanto más esta dolencia.
Yo: Mira, te respeto mucho, somos amigos, hay que canalizar tu energía, pero en tu cuerpo totalmente desnudo.
María: ¡Que! Creo que estas abusando de la situación
Yo: No quiero abusar, solo ayudar, el proceso debe ser así, por que la desnude significa la pereza, si no quieres no hay problema, yo me retiro
María: Espera, es que te considero mi amigo, te confieso no me he desnudado frente a un hombre (por un momento pensé que María era aún pura y casta)
Yo: Espero que no confundas las cosas, solo quiero ayudar.
María: ¿Espera, puede ser en ropa interior? (como si no se diera cuenta que por la transparencia de su vestimenta he visto mas de lo que esperaba)
Yo: A la pregunta me quedo pensando (Era válida la petición, pero era la única oportunidad de verla desnuda a María, así que aproveche) Mira el proceso es así, lo tomas o lo dejas.
María: No me queda más, acepto, pero por favor no divulgues lo que va a pasar aquí y dime lo que necesitas para la ...
... sanación.
Yo: necesito tabaco, alcohol e hiervas de monte. Apaga las luces, cierra ventanas de esta manera crearemos un ambiente de conexión con lo desconocido.
Larga fue la espera y es así, que de pronto del interior del baño, se observa la silueta de María tratando de cubrir su desnudes con una sábana blanca, que era traslucida a la luz de una vela encendida que sostenía su mano derecha; con pasos desequilibrados avanzaba hacia mi buscando sanación a su malestar; se frenó, bajo su cabeza en señal de no querer continuar.
Yo: -Tranquila, acércate, olvídate de tu desnudez, deja que fluya la pureza de tu ser, desde tu cabeza a tu intimidad.
María: - ¡No puedo, ningún hombre me ha visto así!
Yo: - Deja caer lentamente la sabana que llevas puesta, deja ver tu belleza – (ordene por segunda vez). Para que la luz de la vela cauterice lo negativo de tu cuerpo, ya que hace tiempos un hombre al cual no le cumpliste de entregarle tu virginidad, te maldijo; aquel hombre es casado y su esposa se enteró.
La clave fue manifestar esta aclaración, para que esta doncella de ébano dejara caer la sabana al suelo, quedando su cuerpo como Dios le trajo al mundo, mis ojos disfrutaron de lujuria extrema al ver a María en esas circunstancias, que afirmo todo el morbo que ella me causaba en soledad; era perfecta en todo su anatomía como las mismas ninfas detalladas en las novelas griegas, sus pezones respingones cubiertos de una aureola redondas parecían como fresas en chocolate desando ser ...