De vacaciones por el sur me tiré a una del norte
Fecha: 31/07/2025,
Categorías:
Confesiones
Autor: El Manso Embravecido, Fuente: CuentoRelatos
... músicas son buenas, sobre todo si vas acompañado de una hermosa francesa de ojos verdes.
A última hora decidimos acudir al local de motoristas en donde echan buen Rock Clásico. En aquel momento estaba sonando “The boys are back in town” de Thin Lizzy, ¿qué más se podía pedir?
En un rincón de la barra, mientras esperábamos por las consumiciones, se me ocurre preguntarle:
–Oye, ¿es cierto eso de que todas las francesas casadas tienen sus amantes, que allí se ve como algo normal, o es un cliché?
–Es cierto. Por lo menos en un porcentaje alto. Mi madre también tiene sus amantes. Y yo también los tendré cuando me case, por supuesto –me contestó.
Sentados en un sofá del pub, me acerco a su carita de niña mala y le doy un tímido pico en los labios. Camile reacciona cogiéndome por la nuca y pegándome un morreo intenso. Estuvimos unas buenas dos horas magreándonos de lo lindo, calentándonos mutuamente las braguetas.
Decidimos ir al camping y meternos en mi autocaravana. Eran sobre las cuatro de la madrugada y todo estaba en silencio. El interior de la autocaravana de los padres de Camile tenía las luces apagadas, eso era buena señal.
Le comento a Camile que es mejor no encender las luces de la mía, por si están desvelados y se acercan a preguntar por su hija. Era noche de Luna Llena y había buena visibilidad, no era necesario correr riesgos.
Nada más subir al vehículo, Camile se me lanza al paquete, lo desembala y ahí asoma mi butifarra acompañada de sus dos ...
... huevos. Ella poco a poco se va introduciendo toda mi tranca en la boca. Para mi sorpresa, no solo se metió la picha, sino también los testículos. Por si fuera poco este gesto, ella se sintió tan desahogada que aún tuvo la ingeniosidad de que al tiempo de tener todo mi paquete en el interior de su boca, iba sacando la lengua, para lamerme el perineo. La estiraba al máximo intentando llegar al ojete.
¡Menuda garganta profunda que me obsequió la muy puta!
Se sacó y metió entero mi paquete en su boca varias veces seguidas. ¡Full Pack!
Cuando mi rabo estuvo erguido a su máxima potencia le costaba más el llevar a la práctica ese peculiar Full Pack. Pero lo conseguía, eso sí, a costa de provocarse algunas arcadas, llenándome la entrepierna de una buena cantidad de líquido viscoso.
Camile estaba muy salida y quería zamparse, literalmente, todo mi paquete. Yo la separé de mi entrepierna y le comenté que este menda también quería saborear su chocho, que tenía hambre de hembra y me lo quería manducar.
Entonces Camile, después de despelotarse en pocos segundos, se acostó en mi cama y separando bien las piernas me dijo:
–Acerca tu rostro a mi cueva. Lame y relame bien las paredes vaginales y el clítoris. Estoy a diez lengüetazos del orgasmo.
Así lo hago y efectivamente, a los pocos minutos noto que inunda mi cavidad bucal con sus caldos calentitos y sabrosos.
Luego se pone a cuatro patas y me suelta:
–¡Jódeme fuerte! Soy multiorgásmica y si eres un buen amante y ...