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Amor a orillas del tiempo
Fecha: 05/08/2025, Categorías: Sexo con Maduras Autor: zaphyre, Fuente: RelatosEróticos
... la coincidencia. Esta vez, no hubo un breve vistazo, sino que sus miradas se encontraron y se sostuvieron por más tiempo. Un silencio vibrante flotaba en el aire mientras se observaban el uno al otro, como si el universo estuviera tejiendo una conexión indeleble entre ellos. La música que acompañaba a David se desvaneció, y sus pasos lo llevaron sin esfuerzo hacia Isabel. Ella sintió un cosquilleo en el estómago y una mezcla de emociones revoloteando en su pecho. A pesar de la reticencia inicial, se dejó envolver por esa mirada intensa que parecía indagar en lo más profundo. A escasos metros de distancia, el tiempo parecía congelarse nuevamente. Pero antes de que pudieran pronunciar una sola palabra, un pequeño grupo de niños emocionados se interpuso en su camino, corriendo y riendo mientras disfrutaban de la playa cercana. El instante mágico se rompió, y David y Isabel intercambiaron una sonrisa tímida. Decidieron que no era el momento adecuado para presentarse, quizás temerosos de lo que esa conexión inexplicable podría significar. Cada uno siguió su camino, pero sus mentes se quedaron con el eco de ese encuentro, preguntándose qué les depararía el destino. Esa tarde, mientras los últimos rayos del sol se despedían en el horizonte, David encontró un viejo libro abandonado en uno de los bancos del paseo marítimo. Lo recogió con curiosidad y, al abrirlo, descubrió que era una novela clásica. Un presentimiento ...
... fugaz lo hizo sonreír, y decidió llevar el libro consigo, como si fuera un regalo del destino. El universo seguía conspirando, y sus caminos, aún sin cruzarse del todo, se entrelazaban en una danza silenciosa. El próximo encuentro podría ser el que los llevara a un territorio desconocido, donde sus almas se fundirían en una conexión inquebrantable. El aroma del café y los sonidos suaves de las olas del mar llenaban el aire en la pequeña tienda de souvenirs cerca del paseo marítimo. David, con un café para llevar en una mano y el libro que había encontrado en la otra, estaba absorto en la búsqueda de un recuerdo para llevar consigo. Mientras hojeaba algunos artículos, tropezó accidentalmente con una mujer, haciendo que su café se esparciera sobre el mostrador. ─ ¡Oh no! Lo siento muchísimo ─ se disculpó David apresuradamente, tratando de limpiar el desastre. Aquella mujer que se había interpuesto no era otra si no Isabel, que casualmente pasaba por la tienda en ese momento, se acercó con una sonrisa amable en su rostro. ─ No te preocupes, los accidentes pueden pasar. Déjame ayudarte. Con un gesto tranquilo, sacó un pañuelo de papel de su bolso y comenzó a ayudar a David a limpiar el líquido derramado. Mientras lo hacían, ella notó el libro en la mano de David, y su corazón dio un vuelco al reconocer al autor. Era uno de sus favoritos, y eso no podía ser una simple coincidencia. ─ Este es un libro maravilloso ─ comentó Isabel ...