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Amor a orillas del tiempo
Fecha: 05/08/2025, Categorías: Sexo con Maduras Autor: zaphyre, Fuente: RelatosEróticos
... con una mirada llena de complicidad hacia David. ─ Sí, lo es. Lo encontré el otro día en un banco cerca de la playa ─ respondió David con una mezcla de sorpresa y emoción al notar la conexión. Terminaron de limpiar el pequeño desastre, y David agradeció a Isabel con una sonrisa genuina. ─ Gracias por tu ayuda. Lamento mucho lo ocurrido. ─ No hay problema. En realidad, me alegra haber tenido la oportunidad de hablar ─ dijo Isabel, asumiendo el riesgo de ser demasiado audaz. David la miró con curiosidad, sintiendo una extraña conexión con esa mujer misteriosa. ─ Nos hemos visto antes, ¿verdad? Hace unos días por el paseo, creo que fue el día que encontré el libro. Isabel sonrió y asintió─ Así es. Hace unos días, en la playa, nuestras miradas se encontraron de manera inusual. David pareció reflexionar por un momento. ─ Sí, recuerdo ese momento. Fue extraño, pero a la vez...intenso. ─ ¿Qué te parece si te invito a un café para compensar el que se derramó? Hay una cafetería en el paseo marítimo con una terraza preciosa. David sonrió, aceptando la invitación con entusiasmo. ─ Me encantaría. Ambos dejaron la tienda de souvenirs detrás y se encaminaron hacia la cafetería con el mar de fondo. La conversación fluyó naturalmente, y descubrieron que tenían más en común de lo que hubieran imaginado. Hablaron sobre sus pasiones por la literatura y el arte, compartieron experiencias de vida y sueños por descubrir. Isabel se ...
... dio cuenta de que David no solo era un joven soñador con una mente despierta, sino también un hombre atractivo y apasionado. La forma en que sus ojos brillaban cuando hablaba de lo que amaba y cómo su risa resonaba como música en sus oídos, comenzó a despertar algo en ella que había permanecido dormido por mucho tiempo. Sentía un extraño calor en su bajo vientre y notaba sus pezones endurecer. David, por su parte, no pudo evitar notar la turgencia y la belleza madura que irradiaba Isabel. No podía evitar mirar sus pechos, ahora tostados por el sol, a través del escote de su camisa. Su sabiduría y experiencia de vida lo intrigaban y atraían de una manera que nunca había experimentado antes. La combinación de su pasión por la literatura y su atractivo físico lo dejaba hipnotizado. En esa tarde mágica, las miradas fugaces se convirtieron en un encuentro más profundo. El café derramado se convirtió en la excusa perfecta para unir sus caminos de manera definitiva. A medida que el sol se ocultaba y las luces de la ciudad iluminaban la terraza, Isabel y David se dieron cuenta de que algo especial estaba comenzando a florecer entre ellos. CAPÍTULO 2 Lentamente, el sol comenzaba a ocultarse en el horizonte, tiñendo el cielo de tonos cálidos y dorados. Isabel disfrutaba de la cálida sensación de los rayos del sol acariciando su piel mientras yacía tumbada en una toalla en la playa. El sonido suave de las olas creaba una atmósfera relajante, pero su ...