EL RANCHO (PARTE 1)
Fecha: 08/08/2025,
Categorías:
Zoofilia
Autor: Geniozooo, Fuente: SexoSinTabues30
... es mía!
En ese momento, aquel hombre se transformó en un ser irracional, así que, sin pensarlo, a puño cerrado, dio un fuerte golpe al pobre perro por uno de sus costados e inmediatamente le arrancó un grito desgarrador.
Ante este fuerte grito de lamento, Princesa se asustó e inmediatamente se puso en alerta, por eso, ante este hecho, ella se giró y se pegó a Daniel para sentirse segura, así, de esta manera, ella de inmediato comenzó a ladrarle al perro, el cual, se fue corriendo sin rumbo en aquella oscuridad.
Ante aquel acto de agresividad, Princesa mantenía las patas totalmente abiertas y con la cola levantada, pues seguía ladrando y en alerta ante cualquier ataque, pero eso no era lo que realmente debía preocuparle, ya que, sin percatarse, ella misma estaba entregando su gran vulva hinchada, la cual, en este instante, estaba haciendo contacto intimo con la palpitante verga de aquel humano.
Por otra parte, Daniel no le pareció degustarle aquel contacto físico, así que, ante la insistencia de Princesa por seguir ladrando, esté se pegó más al cuerpo del animal y entonces empezó a acariciarla para que se tranquilizara y dejara de llamar la atención.
Ante aquellas caricias, Daniel no puedo evitar rosar su verga más de una vez con aquella hinchada vagina, así que, ante el contacto físico de ambas partes íntimas, su curiosidad despertó como una estrella fugas y entonces, empezó a empujar su cintura.
Daniel: “uyyyy” ¡esto tiene ganas de tragarse a mi verga! ...
... ¡eso no está bien Princesa!
Aquel hombre, rápidamente sujeto su verga con una mano y frotaba esa vagina de arriba hacia abajo, ante este acto, princesa se quedaba quieta y se dejaba hacer por aquel humano. Así que, Daniel, sin tomarle importancia a eso, el claramente solo veía, como la punta de su dura verga abría esos labios vaginales de esa perra, los cuales estaban muy húmedos y tenían un color rosita.
Daniel: ¡tranquila princesa, solo quiero que me ayudes un poquito!
Aun tocando la vagina de Princesa, el cerebro de Daniel le indicaba detenerse, pues constantemente revoloteaban sus mismas palabras ¿qué demonios estoy haciendo? Pero eso no fue de mucha ayuda, ya que aquel hombre no pudo detenerse más y entonces, el dedo medio de su mano derecha se fue adentrando en aquella vagina.
Aquel grueso dedo se fue deslizando sin dificultad en el interior del sexo reproductor la perra, por lo que, una vez dentro, ese hombre pudo sentir la suavidad y el calor que emitía esa vagina canina; así que, en ese instante y de forma repentina, su propia verga reacciono por si sola, pues, dio varios saltos e inmediatamente expulso de su interior abundante líquido seminal.
Daniel: ¿Qué pasó campeón? ¡creo que tú también quieres probar esta nueva vagina! “verdad”
Daniel estaba hablando con su enorme verga, la cual, en ese instante, continuaba palpitando constantemente, pues, ansiaba estar, en el lugar que ocupaba ese grueso dedo; pero, eso no fue por mucho tiempo, ya que, aquel ...