¡Feliz Navidad, familia!
Fecha: 10/08/2025,
Categorías:
Incesto
Autor: El Manso Embravecido, Fuente: CuentoRelatos
... sendos orificios naturales.
Otro tanto hizo mi cuñada al recibir la simiente de mi padre. Y mi mujer también, al vaciar del trasero la carga de leche que le había depositado previamente mi hermano.
Después de un pequeño descanso comenzamos la segunda tanda.
En esta ronda mi padre se calzó a mi cuñado después de ponerlo a cuatro patas. El hijo de puta chillaba como un cerdo en el matadero. Mi padre le bombeaba el trasero a buen ritmo.
Mis dos sobrinos quedaron tan agradecidos por el excelente y profesional trabajo de mamporrera que les había hecho mi hija, que quisieron agasajarla con un sándwich para ella. Pero esta vez la susodicha se colocaría mirando hacia abajo. No me sorprendió que no fuera virgen, sabía que tomaba la píldora. Lo que me llamó la atención fue que con tan solo 18 años tampoco lo fuera por detrás.
Mi hermano escogió a mi hermana. Se colocaron de lado. Él le sujetaba el muslo de la pierna superior mientras ella se clavaba a sí misma el miembro viril de su hermano. A mi hermano esta noche le dio solo por hacer enculadas, no quería saber nada de coños. Es que lleva muchos años siendo un calzonazos, un mandilón y esta vez quería ser él el que diera por culo.
Yo me fui directo hacia mi cuñada y mis dos sobrinas y les dije que quería follármelas a las tres de un golpe. Mis sobrinas todavía no se habían calzado ningún cipote aquella noche, pues en la tanda anterior le ofrecieron un homenaje a Safo de Lesbos. Sus coñitos estaban limpios, ...
... sin restos de semen. Yo quería ser el primero, aquella noche, en perforarlos.
Se colocaron las tres en fila, boca arriba y yo, en la postura del misionero me las iba follando, a turnos, dándoles buenos empellones a esos chochitos bien lubricados. La almeja de mi cuñada estaba bien dilatada, se notaba que la muy puta le había dado buen uso en su azarosa vida. En los coños de mis sobrinas, sobre todo en la hija de mi hermano, mi rabo entraba más ajustado, intuí que habían perdido la virginidad no hace mucho.
Esta vez quedó desparejada mi mujer, que optó por unirse al grupo de mi padre y mi cuñado para hacer las veces de mamporrera y mamarle la picha al viejo cada vez que entraba y salía del trasero de mi cuñado.
Yo, después de estar casi un cuarto de hora perforándoles los coños a las golfas de mis sobrinas y cuñada, pensé “La verdad es que mi hija me a sangrado mucha pasta en los últimos tiempos. Tiene unos gastos, sobre todo en caprichos, descomunales. Creo que ha llegado el momento de amortizarlos, de disfrutar de la inversión”. La veía con sus primos gozando como una perra, poniendo cara de vicio y preferí acercarme a ella y meterle mi verga en la boca para que se hartara bien de polla. Dejé a mi cuñada a su bola morreándose con su hija y su sobrina y cambié de grupo.
–Engulle bien el rabo de tu padre. Eres más puta que mi hermana, que ya es decir. Pareces hija de ella –le solté, mientras le agarraba del pelo para que no reculara y poder endiñársela hasta la ...