Jamal de carne y hueso. Vicky
Fecha: 15/08/2025,
Categorías:
Intercambios
Autor: Eric Salazar, Fuente: TodoRelatos
... ella y comenzar a degustar el dulce néctar que salía del interior de esa diosa.
Aprovechando la nueva posición, Vicky coincidió con la cara de Ana encima de la suya, cosa que aprovecharon para seguir besándose, mientras Ana, alcanzaba un nuevo orgasmo, fruto de las embestidas que Jaime le estaba regalando a mi multiorgásmica amiga.
—Te voy a follar bien fuerte. Hasta que te deshagas de placer.— Le dije a victoria, mientras me ponía de pie y apuntaba mi glande entre esos deliciosos pliegues que marcaban el comienzo de una vagina anegada de fluidos.
—Vamos, reviéntame si puedes, semental.— Me respondió Vicky, dándose una sonora palmada en el culo, justo antes de abrirse los cachetes con las manos, para mostrarme mejor aún el camino que estaba a punto de tomar.
Mi polla desapareció poco a poco, dentro del cuerpo de Vicky. Que gemía de placer al notar sus paredes ensancharse ante la presión de mi ariete.
Jaime, no dejaba de mirar la reacción de su chica, cediendo al empuje de mi verga.
De repente, paró. Y poniéndose de rodillas en la cama, colocó su aparato entre las bocas de las chicas. Las dos entendieron lo que tenían que hacer y al unísono se pusieron a lamer, mientras seguían jugando con sus lenguas.
Ana se empezó a masturbar mientras tanto. Estaba muy caliente y no tardó en alcanzar un nuevo orgasmo.
Jaime, por su parte, estaba en ...
... la gloria. Al rato de estar en esa situación. Avisó que se iba a correr, y yo, al oír aquello, no quise aguantarme más y también advertí de mi inminente corrida.
Así que todos paramos y las chicas se arrodillaron delante de nosotros. Vicky se ocupó de mí y Ana de Jaime. Nos felaban y masturbaban a la vez, en busca de su merecido premio. Entonces los chicos tomamos el control y masturbándonos furiosamente, acabamos la faena.
—Oh, dios, me corro, sí, sí, me corroooo.— Dijo Jaime mientras comenzaba a eyacular. El primer chorro fue a parar a la cara de Ana, el segundo a las tetas de victoria y acto seguido, mi chica apresó el capullo de Jaime con la boca y succionó hasta dejarlo seco. Guardando en su garganta el resto de la corrida.
—Ahhhhh. Siiii, siiiiii.— Dije yo mientras mi primera contracción lanzaba mi leche justo al pelo de Vicky y la segunda a las tetas de Ana. Victoria no quiso ser menos que Ana y también acabó deslechándome, como había hecho esta anteriormente con su chico.
Las dos empezaron a besarse y a jugar con nuestro semen, mientras los dos de pie, las mirábamos y nos excitábamos de nuevo. Casi no hubo tiempo de recomponernos, porque inmediatamente comenzamos el segundo asalto. El segundo asalto, de una noche que se prometía, muy, muy larga.
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