El Predicador - Relatos Eróticos

El Predicador

EL PREDICADOR

Esa tarde de viernes, llego a tocar a la puerta un Predicador. Por esos tiempos yo estaba muy inestable, tenía muchos conflictos emocionales. Así que lo hice pasar y le pedí que, si me podía confesar, ya que tenía una enorme necesidad de hablar con alguien.

El buen hombre accedió de muy buena gana, a pesar que su oficio no era confesar, se ofreció a escucharme. El hombre era muy agradable, me recordaba a mi abuelo y más me recordaba cuando jugueteábamos desde que era muy niña. Así que me inspiro una total confianza, lo que me permitió abrirme con el totalmente.

Le conté como desde muy chica tuve tremendos manoseos con mi papa, mi Tío y hasta mi abuelo. De igual manera le conté como el padre de la Colonia me había seducido. No entre en demasiados detalles, pero si fui lo suficientemente clara como para perturbar al hombre y ponerlo algo nervioso, sin embargo, me animo a continuar con mi confesión.

~Me llama la atención que empezaste con esos juegos desde muy chica bb~

~Que fue lo que te llamo la atención, como fue que te dejaste hacer~ preguntaba el hombre con interés, tal vez mas de la cuenta.

~Además, me doy cuenta que las personas con las que has estado eran todos hombres mayores, así como yo~ seguía diciendo tal vez con un poco de doble sentido.

~Si Padre le decía yo, lo que pasa es que a esa edad desconocía totalmente acerca de lo que era el sexo, me dejaba porque a todos esos hombres los quería mucho, eran de mi familia y yo ...

... inocente, nunca pensé con malicia nada de eso, es más, me gustaba mucho estar con ellos y disfrutaba sus caricias, así que no había motivo alguno para que no se los permitiera~ le explicaba.

~O sea, ¿disfrutabas bastante con todos esos manoseos bb? ~ me preguntaba ya con oscuras intenciones, así que me incitaba a seguirle platicando.

~Si, mucho~ respondía.

~Con quien más lo has hecho bb? ¿Solo hombres mayores? ~

~ Si Padre~

~A ver cuenta bb ~

~Veras. Hubo una época en que tuvimos dificultades económicas y mi papa me enviaba a pedir crédito a los tenderos. Luego, con el tiempo, ellos me pidieron que les pagara, ya sabes. Así que disfrute mucho saldando deudas bb, je je. ~

~En serio? No manches bb. ¿Cuantos fueron los tenderos? ~preguntaba entre intrigado y morboso, muy morboso.

~Pues veras ~, le decía cruzando la pierna y dejando que apreciara mi muslo, que estaban de lo más ricos.

~Estaba el panadero, el de las tortillas, el abarrotero, el… ~ Y

~Ya, ya, con eso está bien bb, ya entendí ~ decía ya de lo más sofocado.

~A la fecha lo sigues haciendo? ~

~Si padre~

~Pero hija, a pesar de que todavía estas muy chica, ya sabes perfectamente que eso es sexo de adultos~

~Si Padre~

~ ¿O sea, te metes con hombres mayores con total conocimiento de lo que haces?

~Si Padre~

~Y eso porque hija? ~ me preguntaba ya un tanto excitado y nervioso.

~Me encanta todo eso Padre, aprendí a disfrutar especialmente con hombres mayores~ Le respondí toda ...