Aprendiendo a dominar
Fecha: 29/03/2018,
Categorías:
Dominación
Autor: morboso1957, Fuente: CuentoRelatos
... avisara porque quería beberme sus jugos. Cuando lo hizo, noté una explosión de líquido en mi cara, absorbiendo todo lo que puede mientras Aún no me había corrido y ya notaba que estaba a punto, por lo que la desaté y la volví a colocar de rodillas. Le dije que iba a follarle el culo y empezó a suplicar que no, que no lo había hecho nunca. —No por favor, no lo he hecho nunca, me va a doler muchísimo y eso no sé si lo podré aguantar. Hazme lo que quieras, azótame, dame duro en el culo, escúpeme, oríname encima, fóllame como quieras, impide que me corra, lo que quieras, pero el culo no. —Me dijiste que te sometías a todo y por lo tanto tienes que cumplir. Intentaré no hacerte excesivo daño, pero algo si te voy a hacer y sabiendo ya como eres, sé que lo vas a disfrutar. Me fui al cuarto de baño, dejándola a cuatro patas y prohibiendo que se moviera y cogí el bote de gel de ducha. Le embadurné el ano y fui metiéndoselo con el dedo, después con dos y finalmente me dispuse a penetrarla, primero con suavidad y ella contrayendo el esfínter impidiéndomelo, por lo que tuve que exigirle que se relajara. Como no lo hacía, le di un azote en el culo, notando como, en ese momento, el esfínter se abrió y pude entrar un poco. Lo mantuve así, sin moverme, le di otro azote y volví a entrar un poco más, por lo que ya sin esperar de dos golpes secos logré entrar del todo, no sin arrancarle un buen grito. Pensé en parar y que se acostumbrara a tenerla dentro, pero opté por seguir follándome ese ...
... culo sin parar. —Me has roto el culo, cabrón, joder, como duele —No te preocupes que ese dolor pasará y lo disfrutarás. Luego me pedirás más y que te lo vuelva a follar. Seguí follándome ese precioso culo, dando azotes de vez en cuando. No habría pasado más de medio minuto, cuando ya noté que estaba relajada del todo y lo que es mejor, sus jadeos y gritos resonaban por todo el dormitorio. —Si, ¡joder!, duele pero el gusto es tremendo, sigue follándomelo, rómpemelo más, apriétame las tetas y retuerce mis pezones. —Avísame cuando te vayas a correr, porque quiero hacerlo al mismo tiempo que tu. Estuvimos así, un tiempo que no sabría cuantificar exactamente, pero calculo que serían unos cuatro o cinco minutos más, cuando noto que mi mano que acariciaba su coño y clítoris se iba llenando de jugos. Los jadeos iban en aumento y notando que se iba a correr, me preparé para hacerlo yo también. Así que cuando me dijo que se corría, follándola más fuerte y deprisa y notando como me iba a correr, le exigí que lo hiciera ella también. Noté como se dejó ir totalmente, no pudiendo contener mi mano más jugo y ella gritando y gritando sin parar. —Joder, que placer me has dado cabrón. Estoy agotada, pero contenta de haber logrado mi deseo. Espero que me sigas sometiendo mucho más y que no sea esta la última vez que lo hagas. —Lo haré, para mí también ha sido la primera vez, porque la vez anterior en la que experimenté un poco la dominación no se puede catalogar como tal. —¿Cómo te llamas cabrón? ...