Cuando mi novia se ponía cachonda - Relatos Eróticos

Cuando mi novia se ponía cachonda

... echó sobre ella metiéndosela.

Pepi: no hace falta que te pongas el condón, tomo pastillas. Quiero más.

Le dijo a José maría que se pusiera debajo de ella

José maría: niña, ten cuidado con mi polla

Pepi: no te preocupes que estoy muy mojada, mira toca como tengo el chocho.

Ella misma se hincó la estaca, luego pidió una polla en el culo, cosa que hizo e boticario- por último los otros dos se la pusieron delante de la cara para que ella se las menease y se las mamara. Así estuvieron un rato hasta que todos se corrieron. Pepi consiguió tener dos orgasmos y los tíos se vaciaron en sus agujeros bajos y en su boca y cara.

Descansaron un ratito fumando y charlando. Francisco le preguntó si ellos eran los viejos mas verdes que siempre la acosaban. Ella contestó que si pero que había uno que era demasiado descarado, Andrés, el posadero.

Le preguntaron si sería capaz de encamarse con él, que sería un cachondeo. Ella acepto el reto y Francisco se fue a buscarlo.

Cuando volvió con el setentón Andrés, ellos estaban de nuevo en el comedor. Tenían planeado excitarlo al máximo. Mi novia vestida de nuevo con la dichosa faldita sentada en el sofá. Todos tomando copas.

Andres se sentó a su lado y no le quitaba los ojos de sus piernas.

Ella se levantó un momento y se montó en una silla para poner algo encima del mueble, así podían verle mejor las cachas. Andrés estaba salidísimo. Volvió a sentarse Pepi a su lado pero más cerca aun.

El viejo empezó a inclinarse ...

... sobre ella y sin poder contenerse le agarró el muslo. Ella se resistía pero sin enfadarse hasta que se cansó y agarró con fuerza el paquete hinchado que mostraba Andrés.

Este se echó como una bestia sobre ella metiéndole mano por todas partes y besándola.

La echó sobre el sofá echándose sobre ella.

Pepi: sujetadlo.

Los demás tíos así hicieron, lo agarraron para que no se moviera y mi novia le bajó los pantalones y los calzones dejando al aire sus cojones y el nabo.

Pepi: ¡Qué gordo!

Andrés tenía un pito no muy largo pero gordo como una berenjena y con un capullo enorme y muy colorao. Se la estuvo chupando un ratito el pobre hombre se vació enseguida de caliente que estaba peo no se le bajó, siguió igual de gorda.

Pepi estaba caliente otra vez, se levantó la falda y se quitó las bragas poniéndose en el suelo a cuatro patas

Uno delos hombres le dijo a Andrés“Venga Andresillo móntala como haces en el cortijo con las ovejas”

El pastor, como loco se echó sobre ella metiéndole el nabo en el coño de un golpe.

Pepi: qué bestia tío!

El la bombeó con fuerza y pronto volvió a correrse quedando esta vez satisfecho.

Para terminar volvieron a la habitación donde pude ver como la viciosa de mi novia le pidió a todos que le dieran por culo. José María y Andrés no se atrevían a metérsela por lo gordas que las tenían.

Pepi: venga, metérmela, estoy acostumbrada, mirad.

Ella misma se metió la mano entera en el ojete lubricado por la leche que le habían ...