Mi primo Enrique (parte II)
Fecha: 31/03/2018,
Categorías:
Gays
Autor: aidan, Fuente: CuentoRelatos
... Los días siguientes transcurrieron monótona y apaciblemente. El jueves tuve un examen y volví tarde. Al entrar saludé: - ¡Hola, estoy aquí! Oí la voz de Sergio: - ¡Bienvenido! Y venía del dormitorio. Qué raro, pensé. No porque estuviera Sergio; tiene llave y puede venir cuando quiera. Me dirigí al dormitorio y cuando entré me llevé una buena sorpresa: ambos estaban desnudos en la cama, y Enrique tenía las piernas levantadas sobre los hombros de Sergio, quien le estaba enculando. Ambos me sonrieron pero noté que Enrique se sonrojaba un poco. Le tranquilicé: - Te lo pasas bien, ¿verdad? Sergio lo follaba rítmicamente, con fuerza. No hizo ningún comentario. Yo tampoco; simplemente me tumbé detrás de Sergio y acerqué mi cara a su trasero y lo olí. Me encanta su aroma fuerte, masculino. Le pasé la lengua por la raja y le separé las nalgas para llegar mejor a su ano. Mientras Sergio continuaba penetrando a Enrique, yo me dedicaba a comerle el culo a mi amigo. Yo seguía vestido, pero mi polla se había puesto dura y me molestaban los pantalones. Paré un momento y me la saqué. Sergio lo advirtió: - Sigue... sigue... me voy a correr... méteme la lengua... Lo hice mejor. Cuando noté que estaba a punto, retiré mi cara y le introduje un par de dedos en el culo ...
... húmedo. No pudo contenerse y su verga soltó toda la leche en el culito de Enrique. Cuando Sergio sacó la polla, la tenía chorreante de esperma blanquecino, que también se escapaba del ano súper dilatado del muchacho. Yo también había sacado los dedos del culo de Sergio y él lo debió sentir vacío porque me rogó: - Dame por culo, Miguel, quiero tu rabo dentro, todo dentro... Mientras Enrique limpiaba con su lengua la polla de Sergio y se relamía con los restos de semen en los labios, yo apunté mi glande contra el esfínter oscuro de mi amigo, aún húmedo de mi saliva, y se lo introduje de golpe. Mientras tanto, le apretaba los pezones y le mordisqueaba el cuello y las orejas. Enrique había terminado con la polla y estaba chupando con delectación los cojones velludos. Notaba en mi verga una presión creciente y me sentía cada vez más cerca del orgasmo, mi semen ascendía, lenta y seguramente. Enrique nos estaba lamiendo los huevos a ambos. Los míos estaban súper llenos y no tardé mucho en soltar todo mi jugo, pero no lo hice dentro del culo de Sergio, sino en la carita dulce y entusiasmada de Enrique. Tanto Sergio como yo nos abalanzamos entonces sobre él y recogimos con las lenguas mi esperma, que luego mezclamos dentro de la boca de mi primo en un beso a tres.