Un relato de año nuevo - Relatos Eróticos

Un relato de año nuevo

... si con la cabeza, él empieza a meter su lengua en la vagina de mi novia y empieza a chupar su clitoris, para ese entonces Ximena tenía su mano en mi pene y lo empieza a acariciar. A pesar de que ambos ya habíamos eyaculado hace poco, nuestro miembro no tardó en tener una erección de nuevo. Ximena termina recostándome, pero esta vez yo la empujo  de vuelta y empiezo a subir encima de ella, antes de meterla volteo hacia la otra cama y mi novia estaba chupándosela ahora a él también (hacían un 69 los desgraciados), bajo primero chupando los pechos de mi cuñada, luego su ombligo y al final me encuentro en la entrada de su vagina haciéndole un oral, Ximena apretaba mi cabeza con sus piernas, y yo aceleraba el ritmo de mi lengua, hasta que me jaló del cabello hacia ella, ahí con gran fuerza le metí la verga de un golpazo, y Ximena lanzó un grito, empecé a sacarlo suavemente y meterlo de golpe de nuevo, y así de nueva cuenta, Ximena gemía y me excitaba ver cómo se encontraba con la cabeza hacia atrás, los ojos cerrados y la boca abierta disfrutando que la penetrarara, incluso ahí en posición de misionero me empujaba de las nalgas con sus manos.
Miraba de reojo a mi novia, y ella ya se encontraba cabalgando a mi hermano dándole la espalda, el ...

... movimiento de sus nalgas se miraba tan delicioso y mi hermano no paraba de mirarlas, ambos estaban gimiendo. Me excité más, así que empecé a penetrar a mi cuñada más rápido y fuerte, cuando siento que sus piernas comienzan a temblar, había tenido un orgasmo, pero eso no me frenó y continué penetrándola, hasta que sentí que iba a terminar, saqué mi verga y dejé caer mi semen sobre su abdomen.

Al terminar nos recostamos boca arriba, y al mismo tiempo por inercia giramos nuestra cabeza a dónde estaban nuestras parejas cogiendo entre ellos, cual fue mi sorpresa al ver que mi hermano continuaba penetrando a mi novia, esta vez sobre su espalda y con su pene metido en su culo, Adriana le abría su culito con sus propias manos y mi hermano se la dejaba ir con un movimiento de envidia, fuerte hasta el fondo, y las hermosas nalgas blanquitas de mi novia ya estaban rojas, no pude evitar comparar el pene de mi hermano, era algunos 2 cm mas largo que el mío aunque más delgado, cuando lo saca de mi novia pude ver que se había eyaculado en su culito. Ya que terminan nuestras novias cambian de cama de nuevo y sin decir una palabra se disponen a dormir.

Creo que ha sido la experiencia en la que me he sentido más sucio, pero sé que algo así no se repetirá.