1. Una orgia en el bar swinger


    Fecha: 04/07/2024, Categorías: Lesbianas Tus Relatos Autor: rincondelmorbo, Fuente: RelatosEroticos-Gratis

    ... mayor placer; mientras me miraba no paraba ni un solo momento de mover su lengua, de meter mi coño en su boca y fue inevitable me vine en su boca, ella vio en mi cara que estaba teniendo un orgasmo, pero en vez de parar me siguió chupando el coño sin vacilar ni un instante, no me dio tregua, ella estaba en lo que estaba y ni siquiera  mi orgasmo la iba a hacer parar; pero yo de tanto venirme ya tenía sensible el clítoris y cada movimiento de su lengua se sentía como si me cogiera la luz; me tocó cogerla del pelo para que parara y puse sus labios en los míos, tenía tantas ganas de besarla que le di un beso largo mientras sentía mi jugo en su boca. Le empecé a tocar el coñito suavemente, pero recorriéndolo de arriba a bajo mientras le miraba esa carita de ángel; ella empezó a gemir suavemente, con tanta delicadeza que por mi mente lo único que pasaba era en corromperla, en volverla una putica bien arrecha, pero ella seguía gimiendo con esa delicadeza, como si fuera una niña inocente que sentía placer por primera vez. Yo me olvidé de todo lo que estaba pasando a mi alrededor, las otras nenitas estaban encima de mí, me besaban por todas partes me acariciaban el coño, me daban placer, pero yo había pensado tanto en esa monita que me olvidé de que el mundo era mundo y la acosté en el suelo sujetándola del cuello; ella se dejó dominar y se acostó en el suelo como si le hubiera dado una orden, ella no dejaba de mirarme, sus enormes ojos azules no paraban de contemplarme; me tenía ...
    ... arrecha. Yo por mi parte me deje dominar por mi fantasía, estaba poseída por una sola idea: follar a la monita, hacerla venir en mi boca, tocarla, explorarla por cada uno de sus rincones; no tenia cabeza para más nada, a la mierda Stefy, por su culpa me deje tratar como una perra, por su culpa estaba deseando a otra mujer que no fuera ella, a la mierda todo, esa monita iba a ser mía aunque fuera por una única vez, pero lo que no me esperara era que Stefy se pusiera en mi espalda y me susurrara al oído: “follatela  como si me estuvieras follando a mí, mientras yo te veo”, me esperaba todo menos eso, Stefy me estaba dando luz verde para devorar a una mujer que no fuera ella y aparte de eso iba a disfrutar viéndome hacerlo.
    Yo de todas maneras lo iba a hacer, con o sin su permiso. Así que dejé que la lujuria me poseyera, y ver a ese angelito mirándome fijamente a los ojos, sin parpadear, dispuesta a que la hiciera mía. Caí en cuenta de una cosa importante, el juego ya se iba a terminar, no podía perder el tiempo y bajarme de mi nube cuando su pareja viniera a reclamar lo suyo; era ahora o nunca. Puse mis labios en los suyos, esos labios gruesos y rosados, carnosos; me fundí en ellos y la besé como si nunca en la vida pudiera volver a besar a alguien, recorrí su cuello con mi lengua mojada, se lo chupe mientras la oía gemir de placer. Stefy estaba en lo suyo mientras me miraba, tenía a la peli roja entre sus piernas, sus manos la recorrían delicadamente, frotaba su coño y se metía ...