1. Noche de bodas muy deseada (segunda parte)


    Fecha: 01/04/2018, Categorías: Hetero Humorísticos, Autor: Dita Delapluma, Fuente: CuentoRelatos

    ... ir hacia la puerta, pero de rodillas sobre una cama de agua, no se es muy ágil, me lancé a por él al tiempo que intentaba moverse y le agarré por el pecho, tumbándole boca abajo sobre la cama. -¡No! – gimió lleno de miedo; cómo me excitaba ese tonito asustado… - ¡No, no… trátame con cariño… s-sé gentil conmigo…! Le tenía, le tenía por fin, ¡ya era mío! Estaba sentada sobre sus nalgas, y podía sentir cómo temblaba de impaciencia, deseo, y poco de temor, ¡qué encantador estaba…! Le agarré por la chaqueta, la bajé hasta poco más arriba de los codos y até las mangas. Lo justo para que estuviera cerca de poder sacar los brazos, pero no lo consiguiera. -¿Q-qué haces…? – preguntó, mirándome como podía, echado boca abajo en la cama - ¿qué… qué pretendes hacerme…? -Divertirme un poquito… - susurré, agachándome para besarle – llámalo… "una pequeña fantasía femenina". – busqué lentamente su boca, pero apenas Oli cerró los ojos para recibir el beso, cambié rápidamente de foco y me dirigí a su nuca. -¡Haaaah… Canallaaa….! – gimió Oli, estremeciéndose de placer al sentir mi lengua justo en la zona más traidora de su cuerpo… sabía muy bien dónde atacarle, el punto era en la parte inmediatamente superior al hueso, un centímetro más abajo de allí donde empezaba el cabello. La reacción fue instantánea: Oli empezó a jadear y sus caderas se frotaban lentamente contra el colchón, a pesar de que él intentaba retenerse. Llevé mis manos hacia su pecho e intenté desabrochar botones, pero como era ...
    ... bastante difícil y yo no estaba para delicadezas, agarré la tela de su camisa y tiré hasta hacerlos saltar. Oli tembló, sus piernas se agitaron, nerviosas… tiré del chaleco y la camisa hasta dejarlos bajados a la altura de la chaqueta, y de nuevo me incliné… besé de nuevo su punto débil, esta vez fugazmente, y con mi lengua, empecé a lamer hacia abajo… mis manos acariciaban sus hombros, tensos, y presioné para que se relajara, pero mi Oli estaba excitadísimo… empecé a lamer su espalda, la zona de la columna, vértebra por vértebra… mi marido emitía gemidos cada vez más desmayados, cada vez más suplicantes… tenía una sonrisita de deseo y placer en la cara y cada vez que retiraba la lengua de su piel, inconscientemente elevaba la espalda para sentirla otra vez… -Eres… eres maravillosa, Irinaaa… mi mujercita… mmmh… Un… un poquito más abajo, por favor… por favor… Riendo por lo bajo, le liberé de la chaqueta y el chaleco. La camisa la saqué del pantalón y la dejé en sus muñecas, con los puños abotonados. Suavemente lamí por su espalda de nuevo, bajando, bajando… hasta llegar a la cintura… hice cosquillas en los costados, y dirigí las manos a su pantalón. Oli tembló violentamente cuando mis manos rozaron el enorme bulto que allí se escondía… esta vez, sí lo hice despacio, y logré soltar el botón sin arrancarlo. Él también llevaba algo azul, sus calzoncillos, sonreí y mientras acababa de bajar los pantalones, le besé en las nalgas, aún cubiertas por la tela. Oli rió con timidez y ...
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