1. Doctor, no me encuentro bien


    Fecha: 03/04/2018, Categorías: Hetero Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos

    I. Mi madre me dejó en la sala de espera y salió a la sala de visitantes. No estaba más que yo y la habitación tapizada con alegres sillones y cuadros de dibujos y colores vivos. Aún tenía náuseas pero me encontraba mejor, el doctor a mi llegada me dio una cucharada de jarabe que además de aliviarme la fiebre me había ido quitando el mal cuerpo. Esperaba a que me llamara para el reconocimiento cuando la puerta de la consulta se abrió y el doctor me sonrió desde dentro. -¿Te encuentras mejor Carolina?- y me hizo un gesto para que pasara. Le sonreí y me levanté. La consulta era igual de agradable que la sala de espera, parecía un dormitorio juvenil adaptado para un consultorio, se hacía más cómodo. Reconocí el recinto con la mirada y esperé a que el doctor me dijera qué hacer. Él colocó una sábana limpia sobre la camilla y retiró la anterior dejándola doblada sobre un mueble que tenía un aparato con un pilotito de luz roja que empezó a parpadear cuando el doctor apretó un botón. Después me miró y colocándose las gafas me invitó a subir a la camilla. -Vamos a ver, tu madre me ha dicho que llevas dos días con fiebre y vómitos, ¿cómo te encuentras ahora?- preguntó mientras me observaba las pupilas con una linternita. -Ahora estoy mejor, pero antes estaba muy mareada y me dolía la tripa. -¿Has tenido tos?- y después de desabrocharme la blusa empezó a auscultarme el pecho -No, tos no. -Respira hondo- y mientras yo lo hacía él escuchaba el sonido de mi respiración con el ...
    ... estetoscopio. El contacto frío del aparato sobre mi pecho me hizo erizarme provocando una sonrisa en el doctor que soltó el estetoscopio y empezó a palparme el vientre. Sus manos me produjeron el mismo escalofrío que el frío metal del estetoscopio. Volvió a sonreír y me miró sin dejar de tocarme la barriga. -Me has dicho que te dolía la tripa, dime si te duele cuando toco- dio algunos toques en mi barriga y me miró- ¿Sientes algo? -No. Continuó el masaje y repitió los toques. No me dolía. Pasó las manos por mi vientre hasta rodearme la cintura y sin dejar de mirarme apretó las caricias de nuevo hasta mi ombligo. -¿Y ahora sientes algo? No sentía el dolor y volví a negar. Continuó el movimiento de manos y con un masaje se deslizó sobre mi pantalón hasta acariciarme la entrepierna. -¿Seguro que te encuentras mejor? ¿Ya no te duele?- y me acarició apretando sus dedos a través de mi pantalón. Estaba nerviosa y no sabía qué hacer, volvió a preguntarme si me dolía y le dije que no. Me sonrió sin dejar de tocarme y al mirarle a los ojos intenté tranquilizarme. Él sintió mi respiración inquieta y me dijo en voz susurrante. -Tranquila, voy a curarte- y me empezó a desabrochar los pantalones, me los bajó y sin dejar de mirarme me acarició sobre las braguitas; a mí me dio vergüenza y cerré los ojos pero no hice nada por evitar que me bajara las bragas. Noté sus dedos calentitos tocándome en la rajita. Respiraba rápido como antes de empezar a llorar y cuando él pasaba los dedos de arriba abajo ...
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