Madre Desesperada. 01
Fecha: 06/04/2018,
Categorías:
Confesiones
Autor: valteri73ch, Fuente: RelatosEróticos
... debo reconocer que si esta buena la doc… -Fabian: ¡pues será la mama del papa, pero de que esta buena, esta buena! Si había buscado un chico que me diera lo que me faltaba, aquí tenia no solo uno, sino tres. La pregunta era como lograrlo, los chicos me veían como la madre de su mejor amigo, así que tenía que poner en practica toda artimaña aprendía en mis años de juventud. La seducción comenzó como cualquier otra, mostrándoles mi trasero de forma sugerente, o mis bubis al inclinarme frente a ellos, notaba que me miraban con los ojos bien abiertos y después disimulaban que lo hacían. Poco a poco las poses sugerentes, pasaron a los roces de manos, un toque en la mejilla, un beso de despedida cachondo y demás… Con 19 años, aquellos chicos eran pura adrenalina, morbo, virilidad y juventud. Las miradas que le daban a mi cuerpo, pensando que yo no me daba cuenta, los nervios que mostraban cuando me les acercaba, todo aquel jueguito me encantaba. Una noche viernes mientras me encontraba cerrando la clínica, recibí un mensaje de Adrián, pidiéndome permiso para que él y sus amigos, se reunieran en la casa después del entrenamiento de futbol americano, para jugar un poco de PlayStation y tal vez pasaran la noche ahí. Mi respuesta fue si, pasados unos 45 minutos, los cuatro chicos llegaron a casa, la cual está ubicada justo arriba de la clínica, el sonido de sus zapatos de juego, me lo anunció. -¡hola chicos! ¿Cómo fue todo? – pregunte mientras servía un vaso con agua – -¡bien! ¡ma! ...
... Todo bien… ¡bien gracias doc! – respondieron – No pude dejar pasar la oportunidad de míralos con el torso enfundado en pequeñas camisetas de lycra, las cuales se ajustaban muy bien a sus atléticos cuerpos, notando que Alex, era quien tenía menos masa muscular, pero no por eso un cuerpo hecho a mano. No sé si debido a los protectores que usan debajo de las denominadas fundas, sus paquetes se veían enormes, y lo apretado de las mismas marcaba perfectamente sus delineados traseros. Fue este juego quien los convirtió en amigos, desde los 8 años de edad. El remordimiento de ver a mi hijo con ojos de morbo, hizo que me sacudiera un poco los pensamientos pervertidos y retomara el papel de madre. -¿quieren algo de cenar? ¿pido una pizza? – pregunte – -¡si, gracias mama! ¡gracias doc! – dijeron todos – -¡oigan! Ni crean que los voy a dejar sentarse a así en mi sala… ¡vamos! ¡a bañarse todos! – exclame – Como unos niños pequeños, los cuatro tomaron sus cosas de nuevo, tomando rumbo a la habitación de Adrián. Tomé el teléfono para ordenar la pizza, mientras que ellos se preparaban para ducharse, nunca tuve el deseo de mirar o espiar a mi hijo cuando se cambiaba de ropa, duchaba en la casa, pero esa noche no se trataba de él, más bien de sus amigos, pero haría un descubrimiento que tornaría las cosas aún más complicadas y morbosas. La casa cuanta con un balcón que rodea la misma, por lo que Salí por el ventanal de mi habitación, dando la vuelta hasta llegar al ventanal de la habitación de ...