Días previos a su boda
Fecha: 08/04/2018,
Categorías:
Voyerismo
Sexo Duro
Tabú
Autor: Arandirelatos, Fuente: xHamster
... hombría.Yo, tan caliente como estaba, ni reproche puse del daño en mi ropa y paré aún más el trasero, como invitándolo a penetrarme, al mismo tiempo que me apoyaba en el muro frente a mí.Ya esperaba con verdaderas ansias al invasor cuando unos ruidos nos pusieron en alerta. Al parecer alguien había entrado a los vestidores y se acercaba al cuartito donde estábamos. Rápido, arreglamos nuestras ropas lo mejor que pudimos, apenas a tiempo, pues efectivamente se trataba de la Señora de la limpieza que con sorpresa nos cachó en aquel lugar.Ya ni dije nada. Salí rápidamente del lugar sin siquiera despedirme ni mucho menos darle mi número.Dado el agujero en mi ropa me fui directa a los vestidores de las damas, dispuesta a cambiarme.Una vez vestida salí del gimnasio llena de vergüenza. Aún a metros del gimnasio sentía que mi rostro sonrojado me delataba, me juré no volver a hacer una locura así, y el resto del día lo pasé con amigas.No obstante no podía más, necesitaba de Roberto, así que terminé por hablarle”.—Él te dio su número —interrumpí.—Sí, me lo dio antes de salir de los privados del antro aquella noche —me dijo Jazmín.—En fin, nos volvimos a encontrar, esta vez nos reunimos en un cuarto de hotel. Debes entender que yo estaba muy nerviosa, nunca había hecho algo así.—Te refieres a ponerle los cuernos a tu novio —le pregunté.“No, me refiero a todo. ¡Claro que nunca le había sido infiel a Álvaro! ¡¿Quién te crees que soy?! Yo lo amaba... es decir, lo amo. Es sólo qué... Bueno, ...
... a lo que me refiero es a que nunca me había citado con un hombre en un hotel.(Yo dudé de que aquello fuera cierto, pero la dejé proseguir)Ya en la habitación, nos desnudamos. Si bien ya lo había visto, yo no pude dejar de admirar el vigoroso cuerpo de Roberto.Como en la ocasión anterior había quedado adolorida y acalambrada tras nuestro ayuntamiento, Roberto me recomendó hacer una serie de calentamientos previos. No cabe duda, el es todo un profesional y un caballero, ningún hombre había sido tan atento conmigo. Muy considerado de su parte, me lo recomendó y yo seguí su consejo. Después de todo, lo que haríamos era una actividad física como cualquier otra.Hice una serie de estiramientos y Roberto me ayudó a estirar mis piernas al máximo. Nunca creí que pudiera llegar a ser tan flexible y llegar a tales límites de abrir mis piernas como un compás.Mientras me ayudaba, pude percibir su agradable aroma, olía riquísimo. Sus manos eran grandes y fuertes, era notable su potencia física cuando me tomaba de la cintura y de mis piernas. Yo ya pensaba en que, con aquellos musculosos brazos, me levantara en vilo elevándome al mismísimo cielo tan sólo para dejarme caer en su dura y maciza virilidad.Más adelante nos pusimos a gatas y comenzamos otras flexiones y estiramientos.El calentamiento físico poco a poco se convirtió en un calentamiento sexual. Al poco rato, aún sobre la alfombra de la habitación, yo ya estaba encima de su cabeza, cerrando mis piernas para atenazar entre mis muslos ...