1. Claudia la ninfómana - 2ª parte


    Fecha: 11/04/2018, Categorías: Fantasías Eróticas Autor: Aldebaran, Fuente: CuentoRelatos

    Acabo de colgar el teléfono y mi doctor me dice que hoy no puede quedar, que me da para mañana a última hora, como siempre. Antes de despedirse, me dice que aunque acabamos de vernos, no puede dejar de pensar en mí, y que se ha pajeado varias veces con mi recuerdo. -Vaya, doctor, le digo, es Ud. un guarrete. -Tú eres la culpable. Anda te dejo, que tengo una paciente esperando. -Pero no se la folle también ¿eh? Se ríe picaron y cuelga. Al día siguiente, me llama José, para intentar que cambie el turno, le digo la verdad, que no quiero, que no me apetece follar con él y menos quedar con sus amigotes, el tonto y el voz de pito. Se pone un poco borde y me dice que soy una calienta pollas y blablablá, le cuelgo antes de seguir oyéndole. Como algo y me doy una ducha para estar limpita para el doctor. Cuento las horas que quedan para la cita, y luego los minutos, estoy nerviosa, parece mentira pero así es. Por fin llega la hora, aun así, estoy en la sala de espera media hora antes. Sale una señora mayor y el doctor me manda pasar. Cierra la puerta y nos quedamos solos. Antes de nada, llama a su secretaria, ni siquiera sabía que tuviera una, nunca la vi, y le dice que puede irse, que ya cierra el. -¿Qué? ¿No se habrá puesto guarrete con la paciente? -¿La señora Felisa? Es muy mayor, es el anti morbo hecho persona, jejeje. -Pues ahora llega la Sra. Morbo. -Anda, anda, no seas tonta, jeje. ¿Te gustaron los condones del otro día? -La primera vez, tengo que confesarte que no, pero el ...
    ... segundo polvo fue magnifico. -Así me gusta. Ahora probaremos otra ración de condones. Nos desnudamos del todo, el también, se quita su bata y se queda en pelotas y yo le acaricio su barriga. Esa barriga que tiene y que ahora me da ternura, aunque yo no esté enamorada de él. Follamos en la camilla, un poco incomodos, pero no tiene otro sitio, ni siquiera un sofá grande, solo un par de sillas, así que no puedo quejarme. No sé si vivirá solo o aun con su mujer, por lo que no podremos ir a su piso, ¿quién sabe? La próxima vez, le pediré que vayamos a un hotel, así podremos hacerlo en una cama graaaande, de matrimonio y al terminar, nos abrazaremos. Un momento, estos pensamientos, ¿qué significan? nada de enamorarte de él, ¿eh? no es más que tu médico, bueno, es algo más, es tu follamedico, jaja, follamedico, que palabro me acabo de inventar. Él está encima de mí, empujando, claro, y me ve esa cara que debo de acabar de poner, de estar pensando en las musarañas o de estar en otra parte. Si supieras que se me acaba de pasar por la cabeza. -¿Todo bien? Me pregunta. -Claro, todo bien, estupendo, tu no pares ahora. El sigue a lo suyo y yo sigo pensando en la tontería que se me acaba de ocurrir. Pero no, no le quiero, no le quiero en el sentido de que le quiero, vamos a ver si me explico. Le quiero, sí, pero le quiero para follar, le quiero dentro de mí y que me lo haga cuando lo desee, y que se corra dentro, muy dentro de mí, con condón extrafino de esos o sin él, pero solo le quiero ...
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