Lo que escondía la gestoría (primera parte)
Fecha: 16/04/2018,
Categorías:
No Consentido
Autor: Armonic, Fuente: CuentoRelatos
... la policía vino a detenerme y me llevaron a comisaría, me acusaron de violación, aquello me dejó estupefacto, debía ser un error. En un par de días toda mi vida cambió. El juicio fue una sorpresa tras otras, quién me acusaba era la chica morena que aparecía en el video, sensiblemente afectada me señalaba como responsable de violarla la noche que me quedé a trabajar. Aquello me tranquilizaba pues tenía un testigo de que no me había movido del trabajo, pero el mundo se derrumbó sobre mi cuando Alisa, seria como siempre negó que yo estuviera en la oficina, no podía ser, me alteré y grité pero nadie me creía; no entendí nada en ese momento. La sentencia me cayó como una losa, ocho años de prisión; después de aquello lo perdí todo: mi mujer, el trabajo y la tranquila vida para siempre. Por fin, mañana era el gran día, después de cinco años, me dejaban salir con la condicional gracias a mi buen comportamiento. Ya no era el mismo, era una persona llena de odio y cuyo único objetivo era conocer la verdad y cobrarme la deuda a quienes me habían arruinado la vida. Al salir busqué un lugar para dormir, fui en busca de mi mujer, pero la casa ya había sido vendida y no había rastro de ella. Solo pude encontrar un motel de mala muerte en uno de los barrios peligrosos de la ciudad, quizás fuese lo mejor, un buen lugar para pasar inadvertido y ningún vecino que preguntara. Planeé mi venganza, ella era la culpable con sus mentiras, podía haber dicho la verdad y todo hubiera cambiado, seguí ...
... sin saber el motivo, pero pronto saldría de dudas. Había estado dos días siguiéndola hasta descubrir donde vivía, mientras trabajé en la oficina, nadie lo supo. Llegó el momento, estaba nervioso pero decidido a llegar hasta el final, nada ni nadie me detendría. Antes de que llegara me colé en su apartamento sin forzar la cerradura, algo aprendiera en la cárcel. Era pequeño y poco amueblado, tenía un con apenas tres puertas, la primera una cocina que parecía poco usada, un baño pequeño y al final otra que daba a la habitación. Era minimalista pero de alta decoración, nada más entrar enfrente estaba la cama, una de matrimonio muy ancha con una única mesilla a la izquierda, puesto que al otro lado había un gran espejo incrustado en la pared. A mi derecha había un tocador lleno de perfumes, distinguí el mismo olor que desprendía Alisa en el trabajo, a la izquierda un curioso biombo con un sencillo taburete detrás. La habitación tenía los armarios empotrados en la pared y una puerta daba a un baño personal. Justo en el momento que abría el armario para ver que guardaba sonó la puerta de la entrada, rápidamente me situé detrás del biombo y saqué el cuchillo que traía en el bolsillo de la cazadora. Escuché sus pasos, me recordó el movimiento de sus caderas, era ella sin duda y por suerte venía sola. La puerta se abrió, Alisa entró con una vestido de noche largo, siguió hasta ponerse enfrente del espejo. Se lo desabrochó y lo dejó caer al suelo, ante mi apareció un cuerpo esbelto y ...