El conejito tierno de mamá - Relatos Eróticos

El conejito tierno de mamá

... acariciarle lentamente el pene.

Ella acercó su rostro al de él. El instinto se apoderó de ella y madre e hijo se besaron. Como amantes. Bueno, más que eso. Almas gemelas.

Se besaron durante un largo rato, hasta que Lucia interrumpió el beso, recuperando el aliento, pero sin dejar de acariciar la gruesa polla de su hijo. Respiró profundamente y decidió dejar salir lo que tenía en la mente.

—Te amo, cariño. De verdad que lo hago. Nunca me he sentido así por nadie y sé que nunca me sentiré así —le susurró al oído—. Cariño... lo que compartimos por la tarde fue maravilloso... y estoy más que feliz de hacerte sentir bien de nuevo. 
Pero... bueno, me preguntaba si querrías... ya sabes.
 ¿Te gustaría hacerme el amor?

Denilson no dijo nada, solo la besó profundamente. Sin decir palabra, Sin dejar de besarle los labios, le bajó los pantalones del pijama. 
Lucia levantó los brazos y Denilson le quitó la camisa de dormir. Así, quedó completamente desnuda.

Denilson la besó de nuevo en los labios. 
Luego bajó hasta el cuello y la sensible garganta. 
Los pechos, los pezones hinchados. La besó hasta llegar a su suave vientre y hundió la lengua en su ombligo.
 Lucia se estremeció ante lo que estaba por venir. Se sentía mareada. Su hijo estaba tomando el mando.

Ella podía sentir su cálido aliento en su vello púbico. Lo escuchó inhalar profundamente, aspirando su aroma privado. Su voz llegó flotando hasta ella desde algún lugar de abajo. "Te amo, mamá", fue todo lo ...

... que dijo antes de besar suavemente su coño. 
Y luego comenzó a lamerlo. Lucia clavó sus uñas profundamente en la sábana mientras él lamía su coño.
 Apenas podía creer que su hijo le estuviera haciendo sexo oral. Se sentía tan bien, mejor de lo que jamás había imaginado. 
Y era su dulce bebé quien la estaba haciendo sentir así.

Mientras tanto, Denilson estaba en el paraíso. 
Su madre tenía un sabor fresco, almizclado y dulce, exactamente como él había imaginado. 
Su vello púbico recortado le hacía cosquillas en la cara mientras bebía su néctar. 
Lamió los labios de su coño, chupando ocasionalmente su clítoris. Estaba decidido a hacer que su madre se corriera. 
De ahora en adelante, iba a cuidar de ella.
 Chupó y lamió sus labios con renovado vigor.

Lucia quería advertirle a su conejito que estaba a punto de correrse, pero no tuvo la oportunidad; simplemente no podía encontrar su voz.
 Con un grito fuerte, explotó, sus jugos de amor cubrieron la cara de su bebé. Denilson no se detuvo, ni por un momento; con entusiasmo, con avidez, continuó bebiendo su néctar que fluía, la sensación de su suave lengua en sus sensibles labios prolongó aún más su orgasmo.

Todo el cuerpo de Lucia temblaba cuando su coño finalmente dejó de chorrear.
 Denilson besaba suavemente sus muslos internos, usando sus manos para acariciar su estómago, tratando suavemente de calmarla.
 Con un último beso en sus sensibles labios, se unió a su madre en la cabecera de la cama, con el rostro ...