El conejito tierno de mamá - Relatos Eróticos

El conejito tierno de mamá

... vida. 
Su cuerpo tembló, mientras su coño se apretaba alrededor de la polla dura de su hijo, tratando de extraer hasta la última gota de su semen. Ella gimió, aulló, gritó mientras Denilson continuaba empujando dentro y fuera de ella, empujando cada gota de su semilla dentro de ella.

"Te amo... Conejito abrazable", fue todo lo que pudo decir antes de desmayarse por agotamiento.

Cuando Lucia finalmente volvió en sí, se encontró con que su hijo la sostenía en sus brazos. 
Denilson le acariciaba suavemente el pelo y la besaba de vez en cuando en la cabeza. Sonrió al verla despertar y la besó suavemente en los labios. Luego se rió suavemente.

"¿Qué?" preguntó ella mientras su corazón volvía a la normalidad.

"Cuando te corriste me llamaste "Conejito desechable", creo."

Lucia se rió. "Es tu culpa. Hiciste que tu pobre y vieja mamá se corriera tan fuerte que casi pierdo la cabeza".

Ella lo besó suavemente y luego intentó darse la vuelta y adoptar la posición habitual de cucharita, pero Denilson no la dejó. Acercó sus labios a los de ella y la besó con creciente pasión, palmeando y apretando sus pechos. 
Le agarró el lóbulo de la oreja con los dientes y lo mordió suavemente, lo que la hizo temblar.

"Aún no he terminado contigo..." le susurró su conejito al oído.

Lucia se movió cuando la suave luz de la mañana inundó la habitación. 
Le tomó un momento recordar los eventos del día anterior. Nunca se había sentido tan satisfecha física y emocionalmente. Notó ...

... con deleite que su dulce conejito todavía estaba acurrucado contra ella y su erección matutina acurrucándose cómodamente entre su jugoso trasero. 
Y su brazo la rodeaba protectoramente, su mano sostenía posesivamente una de sus carnosas tetas. 
Suspiró feliz, sintiéndose cálida y mareada en el abrazo seguro y amoroso de su hijo. Sintió que su pezón se endurecía involuntariamente en su palma.

Después de un rato, apartó con cuidado el brazo de Denilson y se soltó con cuidado de no despertar a su conejito dormilón. 
Le habría encantado pasar la mañana, e incluso el día, en sus brazos, pero estaba planeando prepararle a su hijo un gran desayuno y sorprenderlo en la cama. Era lo mínimo que podía hacer como madre amorosa, especialmente después de que su bebé había trabajado tan duro la noche anterior, haciéndola correrse repetidamente.

Mientras se cepillaba los dientes, se miró en el espejo. Tenía el pelo encrespado, tenía mordiscos en los pechos y sus muslos todavía estaban cubiertos de costras por el semen seco de su conejito que se había filtrado de su coño. ¡Y sin embargo, nunca se había sentido tan viva! Después de orinar y limpiarse el coño, Lucia se dirigió a la cocina. Sintiéndose deliciosamente traviesa, decidió prescindir de su ropa interior y optó en cambio por ponerse solo la camiseta descartada de Denilson. 
Estaba segura de que su bebé apreciaría su elección de ropa (o la falta de ella) cuando lo despertara.

Tarareando para sí misma, rápidamente se puso a ...