El conejito tierno de mamá - Relatos Eróticos

El conejito tierno de mamá

... preparar el desayuno: panqueques (su favorito), jugo de naranja recién exprimido y café para ella. Y mucho jarabe de arce, por supuesto.

Lucia llevó la bandeja a su habitación y se tomó un momento para contemplar a su hijo dormido. Su corazón se llenó de amor al verlo respirar suavemente. 
Y luego sus ojos se sintieron atraídos por su erección matutina, que sobresalía obscenamente debajo de las sábanas. Se mordió el labio. Era imposible resistirse a su hijo.

Lucia colocó cuidadosamente la comida a un lado en la mesita de noche y se subió sigilosamente a la cama. Le dio un beso suave en la polla por encima de las sábanas. Luego quiso más.

Apartó las sábanas, agarró la gruesa erección de su hijo y bajó la boca hasta ella. Sonriendo para sí misma, lamió la cabeza (la otra) de su bebé, dejando que su lengua vagara por todo su miembro. Probó su líquido preseminal y aumentó la succión, queriendo algo real.

Denilson abrió los ojos y se quedó sin aliento al ver lo que tenía frente a él. Su hermosa madre estaba inclinada sobre él, chupando amorosamente su pene.
 Al verlo despertar, Lucia apartó la boca de su pene por un momento.

—Buenos días, Conejito tierno. Te preparé el desayuno. —Sin darle oportunidad de responder, se zambulló de nuevo.

Denilson cerró los ojos, disfrutando de la maravillosa sensación. La boca de su madre se sentía cálida, húmeda y maravillosa. Su lengua se sentía tan suave, mientras lamía el pre-semen de alrededor de la cabeza de su pene. Él ...

... tiró de su camisa.
 Lucia entendió la indirecta y se la quitó, de modo que ahora estaba una vez más desnuda frente a su hijo. Reanudó su amorosa mamada y Denilson se inclinó hacia adelante para tomar uno de sus pechos colgantes, tirando y tirando suavemente de su pezón hinchado. 
Lucia gimió de agradecimiento alrededor de su pene.
 Denilson continuó jugando con sus pechos, acariciando ocasionalmente su cabeza y apartando su cabello para poder verla mejor. 
Sintió el remolino en sus bolas. Se estaba acercando.

"Mamá, eres tan buena en esto que me vas a hacer correr. Está bien, sácatelo de la boca, mamá, me correré sobre tus tetas".

Lucia apretó la polla de su hijo.
 No iba a desperdiciar su semen. Redobló sus esfuerzos, ansiosa por obtener su recompensa.
 Denilson se quedó atónito al ver que la cabeza de su madre seguía firmemente plantada sobre su polla.
 Se rindió y simplemente disfrutó de su liberación.

Su semen caliente brotó en su boca ansiosa y Lucia gimió de placer al probar los dulces jugos de su bebé.
 Tragó cada carga, sintiendo su espeso semen cubriendo su garganta mientras descendía hacia su vientre, amando cómo se sentía. Después de asegurarse de que no se había perdido ni una sola gota, lamió cuidadosamente su polla hasta dejarla reluciente con su saliva. 
Miró a su hijo con una gran sonrisa, muy satisfecha consigo misma. 
Denilson atrajo a su madre hacia él y compartieron un beso amoroso.

—Bueno, yo ya desayuné, ¿por qué no empiezas tú con el ...