1. Mi venganza (3)


    Fecha: 20/04/2018, Categorías: Hetero Grandes Series, Autor: AMorboso, Fuente: CuentoRelatos

    ... volvió con un sobrecito que contenía un polvo blanco. Le dijo que era algo muy bueno que ya había probado en la cárcel. Ella le dijo que no quería saber nada de drogas, permaneciendo firme ante su insistencia. Le hice confirmar que no tomaba drogas. El, se encogió de hombros, se preparó una raya y la esnifó. Esa vez, la estuvo follando sin parar no supo cuánto tiempo. Terminó reventada. Al día siguiente, esnifó una segunda y volvieron a follar como conejos. Ese día ya no salió a pedir trabajo, ni al siguiente. A otro era fin de semana, y acostumbraban a no hacer nada, se pasaban el día follando, porque Jorge era una máquina de follar (aquí necesité un apretón de huevos tan fuerte que me hizo gritar). El domingo por la mañana, salió porque había quedado con amigos y cuando volvió llevaba otro sobre. A partir de ahí fue en aumento. No les llegaba con los ingresos de mi patente y empezaron a gastar los ahorros. Cada vez necesitaba más y ella no podía oponerse. Se quedaron sin ahorros y comenzaron las discusiones y peleas. Intentaron vender la casa, pero estaba a mi nombre y no pudieron hacerlo. El hacía pequeños robos que lo llevaron a comisaría varias veces, pero le soltaron porque no pudieron demostrarle nada. Al fin, con la promesa de Jorge de rehabilitarse, Carla pidió un préstamo al banco poniendo como garantía los ingresos de la patente. Un mes después no les quedaba dinero, Jorge no había intentado rehabilitarse y perdieron los ingresos de la patente. Entonces Jorge dijo ...
    ... que un amigo le daba trabajo y fue a un prestamista mafioso y pidió cincuenta mil euros al módico interés del veinte por ciento mensual para mantenerse un mes o dos, hasta cobrar su primer sueldo. Fue a trabajar dos días y el dinero desapareció con rapidez. A los dos meses, el mafioso le reclamó el dinero, los setenta mil euros que no tenían. Con mentiras y engaños los entretuvo otro mes más, pero al final, le pegaron una paliza que estuvo una semana hospitalizado, además de amenazarle de muerte si no pagaba a final de mes. Carla fue al prestamista a por ochenta mil euros en las mismas condiciones para que él pagase su deuda. Pagó la mitad consiguiendo una prórroga de otros dos meses y se quedó el resto. Esa semana vencía la deuda y no tenía absolutamente nada para pagar la de ninguno de los dos. Jorge había recibido una nueva paliza y estaba nuevamente hospitalizado, y ella sabía que los iban a matar. Había sabido que las cosas me iban bien ahora. Necesitaba mi ayuda para que les prestase el dinero suficiente para saldar las deudas, que ella me lo reembolsaría como fuese. Cuando terminó, estaba al borde del orgasmo. No tanto por el trabajo de Habiba como por el relato de desgracias de Carla. -La verdad es que me alegra mucho oírte. No te preocupes, que de tu entierro me ocuparé yo. Ahora vete y no vuelvas nunca más… Un fuerte apretón de huevos cortó en seco la incipiente corrida que se avecinaba tras decir estas palabras. -Bueno, mejor dicho, voy a pensar en ello, llámame la ...
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