1. Mi venganza (3)


    Fecha: 20/04/2018, Categorías: Hetero Grandes Series, Autor: AMorboso, Fuente: CuentoRelatos

    ... semana que viene… Chupada mientras empezaba. Apretón de huevos al final. -O mejor dicho, llámame mañana… Apretón de huevos. -Mejor ven aquí mañana y hablaremos. Habiba se aplicó conciencia y acto seguido me corrí en su boca con un gran orgasmo. Me limpió la polla, succionó de ella para que levantara mi culo mientras me subía los pantalones y dejó todo como estaba. Se puso en pie y le dijo a Carla: -Por aquí, por favor. –Y la acompañó a la puerta. Cuando volvió le dije: -¿Qué se te ha pasado por la cabeza? -Amo, en mi país, cuando alguien hace mucho daño a otro, no se le mata directamente. Primero se le tortura hasta que no le quedan fuerzas y luego se le deja morir lentamente. Ella ha venido necesitada y puedes aprovecharte de ello. Hazle pagar sus desprecios y recupera todo lo que te quitó. Luego, que sea lo que Dios quiera. A partir de ese momento, me hundí en mis reflexiones, durante largo rato. Recuerdo que Habiba me puso delante algunos fiambres y queso para comer, cosa que hice distraídamente. Horas después, coincidiendo con la llegada de Habiba para decirme que la cena estaba servida, di por terminada mi meditación. -Gracias Habiba, ya tengo pensado lo que voy a hacer. Se lo conté mientras cenaba teniéndola a ella a mi lado, pues no había forma de que se sentase a la mesa conmigo. Ella me dio ideas nuevas y con todo ello configuré mi plan. Increíblemente, después de cenar estaba nuevamente empalmado. Nos fuimos a la cama y me puse a practicar. La hice ponerse a cuatro ...
    ... patas sobre la cama, desnuda como estaba, y con la cabeza vuelta hacia mí. Desde el costado, metí la polla en su boca que se cerró inmediatamente su alrededor, como si se tratase de un estrecho coño, y comencé a follársela. Al tiempo, le daba fuertes palmadas en su culo, alternando con ligeras masturbaciones de su clítoris. Le daba un par de folladas de boca y una fuerte palmada, otro par de folladas y una caricia de clítoris. Así cuatro o cinco veces. Entonces cambié. Le daba una follada y una palmada. A la siguiente un toque de clítoris, luego dos más palmada y uno más clítoris. Así fui alternando un buen rato, escuchando sus gemidos de placer, sintiendo como su flujo escurría por sus piernas y notando cuando llegaba a alcanzar uno de sus varios orgasmos, hasta que me coloqué detrás, se la metí por el coño sin esperar y estuve dándole duro hasta que me corrí. No se la cantidad de orgasmos de ella, pero estábamos totalmente agotados ambos y nos quedamos dormidos de inmediato, sin tiempo para hablar. Al día siguiente, no madrugamos mucho, nos duchamos juntos y, aunque Habiba intentó reanimármela, fue totalmente imposible, ni incluso arrodillada ante mí mientras me afeitaba. Por mi parte, al terminar intenté comerle el coño, pero me dijo que lo tenía irritado y que mejor lo dejábamos para otro momento. A media tarde, estábamos los dos abrazados y desnudos en el sofá de tres plazas, cubiertos por una sábana para no coger frío, mientras veíamos una película que había pasado mil ...
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