La reeducación de Areana (17)
Fecha: 21/04/2018,
Categorías:
Dominación
Lesbianas
Autor: señoreduardo, Fuente: CuentoRelatos
... Una vez desnuda se tendió de espaldas en el piso, flexionó sus piernas, separó las rodillas y le dijo a Eva: -Vamos, puta, poné a trabajar tu lengua. Lucía hizo lo mismo y cuando tuvo a Areana arrodillada entre sus piernas le dijo: -Vamos, trola, a lamerme… Y mejor que lo hagas bien… De inmediato comenzaron a escucharse los gemidos y jadeos que proferían Milena y Lucía y los sonidos sutiles de ambas lenguas lamiendo y lamiendo esas conchas de las cuales ya brotaba abundante flujo. -Me sale jugo, ¿eh, basura?... –dijo Lucía en medio de una risita perversa. Areana sabía que tenía que contestar y dijo: -Sí… -¿Mucho? –insistió Lucía. -Sí… mucho sale… -Bueno, empezá a tomarlo, lamé y andá tragando mi flujo… -Sí… está bien… -aceptó Areana y como una ráfaga pasaron por su cerebro momentos de la relación que en la escuela tenía ella con quien ahora la humillaba después de haberle pegado a gusto. “Dios mìo”, se dijo pero ganada por el miedo siguió lamiendo al par que bebía todo el jugo que brotaba sin cesar de esa concha. Lucía disfrutaba de esos sonidos que la lengua y los labios de Areana producían. La niña tenía ya considerable experiencia en el sexo lésbico y Lucía estaba gozando intensamente de esa lengua que lamía de arriba abajo una y otra vez, lamía a derecha e izquierda y con frecuencia actuaba sobre el clítoris bien hinchado, que lamìa y luego succionaba encerrándolo entre sus labios. Lucía comenzó a jadear con fuerza y a gemir, sumergida en ese placer intenso que la ...
... esclavita le proporcionaba, pero quiso más y entonces ordenó: -No pares, trola, pero meteme un dedo en el culo… ¡Vamos!... Areana introdujo entonces su dedo índice en ese ano que al no estar lubricado le ofrecía resistencia. Pudo, no obstante, meterlo todo con cierta violencia que hizo gemir a Lucía. Areana gozó con esa expresión de cierta molestia de su victimaria, pero por si acaso explicó: -Es que no entraba… -¡Callate y seguí!... –le exigió la chica, que había comenzado a mover sus caderas de un lado al otro, cada vez más excitada: -¿Estás tomando mi flujo? .Areana detuvo la tarea de su lengua, pero no el ir y venir del dedo en ese culo y contestó: -Sí… estoy… estoy haciendo lo que me ordenaste… -para volver de inmediato al trabajo de lamer, besar, succionar y beber. -Muy bien, trolita, así me gusta, que me obedezcas… -dijo Lucía y emitió una de sus risitas malévolas mientras en su mente iba tomando forma una idea que le contaría a Milena antes de irse. Areana seguía con su tarea. Era lesbiana y gozaba mucho del sexo con una mujer, pero Lucía le daba miedo, por ese dramático cambio que acababa de tener la relación entre ambas y el evidente deseo de venganza que alentaba su compañera de escuela. Escuchó de pronto los gemidos de Milena, sus jadeos y por último el grito que acompañó ese orgasmo que terminaba de proporcionarla Eva, y casi simultáneamente se corrió Lucía, en medio de gritos y frases obscenas mientras sujetaba a Areana por los cabellos y movía sus caderas como una ...