1. Cielo Riveros y el Negro Uganda


    Fecha: 06/07/2025, Categorías: Hetero Tus Relatos Autor: Katherine Riveros, Fuente: RelatosEroticos-Gratis

    ... cosita, tenía mucha calor por lo que se sacó el camisón para quedarse solo con sus rosaditas pantaletas con encajes, ella seguiría durmiendo se decía, pero la vivas imágenes de don Pedro follandose a Claudia no le daban tregua, por otro lado estaba don Tulio que también andaba desesperado por metérsela, y por ultimo… eso último!, en lo que ella no quería imaginárselo, pero lamentablemente la imagen del cuerpo desnudo de su amiga la tenía viva en su mente.
    Con los ojos cerrados comenzó a sobarse su estómago, lentamente fue bajando sus manitas hacia esa parte que ella sabía que si se la tocaba le iban a hacer sentir muy rico, pero no se quería permitir darse placer con la imagen de su amiga siendo violada por el burlón de don Pedro, tras unas acaloradas contradicciones sobre lo que estaba bien y lo que estaba mal decidió que se tocaría solo un ratito pero con sus calzoncitos puestos, de seguro que después de un rato su cuerpo y su mente la dejarían en paz.
    Lupe se masturbaba en la oscuridad de su alcoba, sus pensamientos estaban puestos en el voluminoso cuerpo dorado de Claudia, imaginaba a don Pedro aserruchándola con brutalidad, luego cambiaba la imagen por la de don Tulio abofeteándola y enculandola, luego de eso se venía la imagen de Claudia con sus bellas piernas abiertas y masturbándose, así iba alternando sus morbosos pensamientos para darse placer, ya que así su cuerpo se lo exigía en esa acalorada noche.
    Lentamente fue metiendo su manita por debajo de sus ...
    ... pantaletas, y al tocar con sus dedos su pequeño botoncito la sensación que sintió en todo su cuerpo fue indescriptible, sin pensarlo dos veces levanto sus caderas y llevo sus manos a sus pantaletas para deslizarlas hacia abajo y sacárselas, Lupe quedo completamente desnuda, la maratónica noche de sexo que se había pegado solo hace menos de un día no eran suficiente para su desarrollado cuerpazo, sentía unas tremendas ganas de masturbarse de la misma forma en que había visto a su amiga haciéndolo, y lo iba a hacer.
    Nuevamente bajo una sus delicadas manitas hacia su casi lampiño pubis, casi se lo acariciaba, mientras que con su otra mano rozaba las suavidades de sus muslos, esta exquisita combinación le proporcionaban un deleitoso cosquilleo en todo su venerable cuerpo.
    Todas sus curvas disfrutaban de las caricias que se estaba auto proporcionando la tierna colegiala, con suavidad y ligereza comenzó a rozar su clítoris desprovisto de pelitos, sus dedos hacían más y más círculos.
    La colegiala con sus bellas piernas abiertas de par en par presionaba su manita con más fuerza a la vez que su excitación iba siendo cada vez mayor, luego con su dedo medio se abrió paso entre sus carnes íntimas y lo introdujo en su vagina la cual sintió húmeda y caliente, estaba sintiendo muy rico.
    Pensaba en don Pedro, poco a poco su cuerpo ya comenzaba a sudar, y su excitación era mayor.
    Deseaba que alguien se la metiera, su cuerpo tenía hambre y sed de verga, se imaginaba la del mecánico, la de don ...
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