1. Cielo Riveros y el Negro Uganda


    Fecha: 06/07/2025, Categorías: Hetero Tus Relatos Autor: Katherine Riveros, Fuente: RelatosEroticos-Gratis

    ... colegiala con sus ojos entre cerrados intentaba mirar hacia de dónde venían los sones, en eso fue que sintió que una mano del vejete iba bajando disimuladamente casi rosándole una nalga, ella a pesar de sentirlo y ya saber que era lo que el vejete quería tocar no le dijo nada, pensaba que ya casi daba lo mismo, ese hecho no iba a mejorar o empeorar su situación, luego de unos minutos de aquella extraña circunstancia que estaba viviendo ya sentía otros disimulados roces de tanteo en sus promontorios de carne trasera, para luego determinar que estos roces ya no eran de tanteo, sencillamente don Severiano la tenía bien agarrada del culo y sobándoselo con ella escuchando la romántica canción de M. A. Solís.
    Cielo Riveros solo se mantenía abrazada al vejete y dejándose que el tocara todo lo que quisiera, el alcohol en su mente le decía que tal vez este era el regalo de cumpleaños que ella le daba al viejo, y sumado a que por cada apretón que le pegaba el vejete con su verga iba sintiendo que paulatinamente su vagina se comenzaba a derretir en un mar de líquidos calientitos, en esos momentos don Severiano ya le apretaba las nalgas a manos llenas saciando y llenando su tacto con las carnes de la colegiala quien ya sentía como un dedo del viejo buscaba su orificio posterior para dedearlo.
    Aquello a la nena ya le estaba gustando mucho, su panocha ya estaba muy mojada, a la vez que sentía que el viejo ya empezaba a respirar pesadamente, y en el momento en que don Severiano ...
    ... tímidamente ponía su dedo medio a la entrada de su ojete, ella sin saber los motivos e intentando que el viejo no lo notara le paro más el culo buscando el contacto de ese dedo con la entrada de su ano por sobre el vestido por supuesto.
    La mano del vejete lentamente rodeó su cadera y pasó hacia delante de su cintura girándola y apegándose a ella. Cielo Riveros ahora sentía su dura verga apretársele con bravura contra la parte media de sus nalgas, su corazón le empezó a latir con fuerza, sus pequeñitos pezones se le endurecieron como piedras.
    Al minuto don Severiano ya restregaba su verga como si verdaderamente se la estuviera culiando al mismo tiempo que con su mano acariciaba su vagina por sobre el vestido, Lupe sentía el exquisito sabor de lo prohibido con sus ojos cerrados, este le llamaba cada vez más y estaba sintiendo muy rico, notaba como su casi suegro movía su manaza en su tajito como si la estuviera masturbando, y era eso lo que precisamente estaba haciendo el detestable vejestorio, para la caliente chiquilla ya todo lo que le estaban haciendo le sabia a delicioso, cuando las manos de don Severiano comenzaron a bajar hasta sus muslos para luego ir subiéndole el vestido la nena no entendía por qué pero por ahora lo dejaba que el viejo se saliera con la suya, hasta ella misma se preguntaba cómo era eso que no oponía resistencia?, el viejo ya tanteaba y recorría la piel de su vientre al desnudo.
    Ella solo se estremecía sin saber qué hacer ni que decir, el pesado olor a tabaco ...
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