Cielo Riveros y el Negro Uganda
Fecha: 06/07/2025,
Categorías:
Hetero
Tus Relatos
Autor: Katherine Riveros, Fuente: RelatosEroticos-Gratis
... manos, introdujo sus arrugadas manos bajo la mini, la piel rugosa y áspera de sus viejos dedos no recordaban haber tocado algo tan suave, tan delicado como la piel de esa criatura.
–-Jooooodeeeeerr pero qué clase de culo tienes mamasota, eres una diosa-- las manos del viejo no paraban de estrujarle las nalgotas a la chica, se las masajeaba con las descascaradas palmas de la manos bajo la minifalda sintiendo la deliciosa piel desnuda y suave de la nena.
Ella, reaccionando, le daba de golpes en el pecho al viejo tratando de que la soltara, pero para el caliente y rudo sexagenario esos golpes eran caricias y seguía con su manoseo al formidable trasero de la colegiala, la muy corta minifalda y por ser de esas de vuelo facilita en mucho el manoseo del viejo.
–-Noooooo suuuéeelteeemeeee pooor faaaavor, no haaaaga esooo.
Pero el viejo estaba embrujado por ese trasero formidable, suave, duro, redondo.
–-Qué culote tan rico tienes mamasota, para meterte la verga una y otra vez.
Ella lo miraba a los ojos suplicándole con la mirada que parara, pero el viejo se seguía deleitando con esas espectaculares nalgas; estaba fascinado con la redondez y textura de ese par de juveniles y soberbias nalgotas.
Entonces las arrugadas y peladas manos se comenzaron a deslizar lentamente hacia arriba llegando pronto a la desnuda y breve cintura de la nena, pero no se detuvieron ahí y siguieron su delicioso viaje por la suave piel de la chica, con las claras intenciones de llegar a las redondas ...
... tetas de la jovencita; el rostro del viejo mostraba una mueca enfermiza, sus ojos se estaban poniendo vidriosos y hasta se le caía la baba y no era para menos imagínense tener varios meses en ayuno sexual y de pronto tener en sus manos un bombonazo de jovencita.
La aterrada colegiala entonces tomó las manos del viejo por las muñecas deteniendo por un momento su caliente avance a la altura de las costillas, en una reacción natural de defensa, pero para el rudo viejo esto no era nada, considerando que tenía mucha más fuerza que ella, para él eso no era obstáculo sino todo lo contrario, eran caricias el sentir las suaves manos de la chica en sus muñecas.
A continuación, el viejo inclinó su arrugado y barbudo rostro hacia el cuello de Cielo Riveros pegando su asquerosa boca mal oliente a cerveza y cigarro en el muy sensible y esbelto cuello de la nena; dándole una succión con los labios, sacó su asquerosa lengua y la pasaba por el muy sensible cuello de la voluptuosa jovencita, quien cerró los ojos ante las deliciosas sensaciones que la invadieron notando cómo se le erizaron todo los vellos de su cuerpo.
El viejo sintió claramente esta reacción en la piel de la chica porque sus manos continuaban sobre los costados de la nena y esbozó una media sonrisa siniestra, sabía que iba por buen camino con ese bombón de pendeja y continúo con más énfasis chupeteando el sensible cuello de Lupe, llenándola de múltiples escalofríos.
Suplicaba la mamasota, sabiendo que esas sensaciones que la ...