Cielo Riveros y el Negro Uganda
Fecha: 06/07/2025,
Categorías:
Hetero
Tus Relatos
Autor: Katherine Riveros, Fuente: RelatosEroticos-Gratis
... estaba siendo muy bueno con ella, pensaba en las nebulosas de sus subconsciente, hasta que ya queriendo terminar con todos esos sentimientos encontrados su mente decidió claudicar a todos sus pesares, y se entregó en cuerpo y alma a todo lo que aquel libidinoso viejo verde quisiera hacer con ella.
Sus delicadas manitas con uñas muy bien cuidadas, lentamente comenzaron a deslizarse por las anchas espaldas de don Pedro, Cielo Riveros en un momento se sintió emocionada, de estar en tales circunstancias con un hombre mucho más viejo que ella, y que este le estuviera haciendo sentir a vergazo limpio, esos gratificantes y arrebatadores escalofríos de placer a su cuerpo.
Don Pedro quien ya se sabía ganador de aquella caliente contienda de sexo, separo su cuerpo levemente para admirar a la diosa que poseía ensartada con su armatoste, la vio con sus idílicos y perdidos ojos verdes semis cerrados, como también pudo ver que de sus rojos labios caían una pequeña cantidad de saliva, señal de demostración inequívoca que aquella hermosa hembra ya había sucumbido a los deliciosos placeres de la carne, noto que por cada profunda clavada que le enterraba por la panocha, la hembra emitía un audible: --Shhhhhhhh!!... Aaahhh!!
El vejete sin perder el tiempo y aprovechando la ocasión, busco con febril desesperación aquellos preciados labios rojos semi abiertos que le prometían el paraíso, Cielo Riveros lo recibió casi con agrado para luego fundirse ambos en el más apasionado beso con lengua ...
... que ambos jamás en sus vidas se habían dado en ocasión alguna.
La pareja se besaba cada vez más lascivamente, la potente colegiala guiada por un nuevo afecto recién nacido y aflorado desde sus revolucionadas progesteronas, fue subiendo sus manitas hasta la nuca de don Pedro, y por segunda vez en la noche se daba a aplicarle nuevamente un delicado masaje con la yema de sus dedos al áspero pellejo reinado con gruesos y desmadejados pelos canosos, en la cabeza del hombre que se la estaba culiando a la fuerza.
Cielo Riveros ahora se comía y devoraba como una posesa la boca de don Pedro, sus delicados dedos se perdían entre los hirsutos pelos canosos del mecánico, jugaba asquerosamente con su lengua y la de él, revolviendo la gran cantidad de babas de ambos que se acumulaban dentro de su fresca boquita y que ella se encargaba de ir tragándoselas todas, era una autentica deidad de placer en lo que se había convertida la tierna chiquilla, el viejo aún no se la quería creer, por lo que le devolvía a modo de agradecimiento unas sólidas y profundas arremetidas vergales, para hacerle ver que desde ese día él era su único macho.
Don Pedro apenas se pudo separar de los desesperados labios de Lupe, y sabiéndose y el haber comprobado que él era ya el ganador le dijo, --Te dije que te iba a encantar mi verga pendejaaa!! Vamos dime que te encanta mi vergaaaa!!, exclamaba don Pedro sin dejar de arremeter con violencia…
Cielo Riveros no le contestaba nada, la inmensa y desquiciante calentura ...