1. Bajo dominio de su padrastro - Parte 1


    Fecha: 08/09/2025, Categorías: Dominación / BDSM, Autor: Natalia Guardia, Fuente: TodoRelatos

    ... quitado la chaqueta, dejando ver los músculos de sus brazos bajo la camisa blanca, su cabello entrecano peinado hacia atrás, y esos ojos oscuros que la escudriñaron de arriba abajo
    
    —Hola, Hugo —dijo, tratando de sonar indiferente, pero su voz tembló levemente
    
    —Tengo hambre —declaró él, sin saludarla siquiera—, prepara algo
    
    Amelia parpadeó, sorprendida
    
    —Yo… no sé cocinar
    
    Hugo se acercó, lentamente, hasta quedar a solo unos centímetros de ella, su aliento cálido rozó su mejilla
    
    —Pues aprenderás —susurró, su tono era suave pero cargado de una amenaza latente—, en estos dos meses te enseñaré a ser una verdadera mujer
    
    Amelia sintió un escalofrío recorrer su espalda, no entendía del todo sus palabras, pero algo en su mirada le hizo saber que no se refería solo a la cocina, sin decir nada más, se dirigió a la nevera y comenzó a sacar ingredientes, sintiendo cómo los ojos de Hugo la seguían, como si ya estuviera desnuda ante él
    
    Hugo se recostó en la silla, observando cada movimiento de Amelia, cómo sus manos torpes cortaban las verduras, cómo el sudor perlaba su nuca, cómo el escote de su blusa se abría levemente cuando se inclinaba, sentía el deseo creciendo dentro de él, pero no era un hombre que se apresurara, no, él disfrutaba de la tortura lenta, de la anticipación, de ver cómo la inocencia se transformaba en miedo y luego en sumisión
    
    —Más pequeño —ordenó señalando los trozos de zanahoria—, así no se cocinarán parejos
    
    Amelia asintió, apretando el ...
    ... cuchillo con más fuerza, sus mejillas estaban sonrojadas, notaba la mirada de Hugo como un peso sobre su piel
    
    —¿Por qué… por qué haces esto? —preguntó finalmente, sin atreverse a mirarlo
    
    Hugo sonrió, un gesto lento y peligroso
    
    —Porque tu madre no te enseñó lo que una mujer debe saber —respondió—, pero yo lo haré
    
    Amelia tragó saliva, sus piernas temblaban, no sabía si por miedo o por esa extraña excitación que comenzaba a invadirla, Hugo se levantó entonces, acercándose por detrás, su cuerpo grande y caliente casi rozando el suyo, sus manos, grandes y fuertes, se posaron sobre las de ella, guiándolas para cortar con precisión
    
    —Así —murmuró en su oído, su voz era como terciopelo negro—, todo debe hacerse con cuidado, con paciencia… y con obediencia
    
    Amelia cerró los ojos, sintiendo cómo su respiración se aceleraba, cómo su cuerpo reaccionaba a esa proximidad, sabía que esto era solo el comienzo, que Hugo no se detendría hasta tenerla completamente bajo su control, y lo más aterrador era que, en algún lugar oculto de su mente, ella lo deseaba tanto como él
    
    La cena transcurrió en un silencio cargado, Hugo no dejaba de mirarla, sus ojos oscuros brillaban con algo que Amelia no podía descifrar, pero que la hacía sentir vulnerable, expuesta, cuando terminaron, él se levantó y se acercó a ella, su mano grande se posó en su hombro, los dedos apretando levemente
    
    —Limpia esto —ordenó—, y luego ve a tu habitación, tenemos mucho por hacer mañana
    
    Amelia asintió, ...
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