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De Alma a mi amante impura
Fecha: 12/09/2025, Categorías: Fantasías Eróticas Autor: Sicutta, Fuente: CuentoRelatos
... flexionada casi sobre su pecho y abrió esa pierna un poco, dejado su concha a mi merced. Mi erección persistía y la ensarte hasta el fondo. Mi pene medio curvo hacia la derecha me permitió actuar insistentemente sobre su punto G y con mi mano menos hábil la derecha, pero no por eso menos perversa active su clítoris mientras profundamente la penetraba y desde esa perspectiva no podía dejar de ver sus pechos mover a mi ritmo. “Ya estaba Alma ensartada de perfil sus lindos senos del tamaño justo se movían a mi ritmo” Exploto ella nuevamente. -Dejame cabalgarte de espaldas. Susurro en mi oído. Quede boca arriba. Se sentó sobre mi pija de espaldas dejando mis brazos atrapados entre sus pierna comencé a reír porque no me permitía meter mis dedos en su culo algo que hago habitualmente y sé que le encanta cuando usa esa pose. Zafé mis brazos y comencé a trabajar su culo. La cabalgata fue a un ritmo mortal observe mi pija salir casi completamente de concha para volver a entrar ...
... brutalmente. Ya con dos dedos en su culo y ensartada profundamente me regalo su tercer orgasmo y explote nuevamente -¡Uhhh! exclamó. ¿Que fue eso? Qué manera de acabar amor lo sentí a través del forro. Durante ese encuentro alucine, no había volado a Bariloche tampoco tome café ni mire el culo de la azafata, no intercambie miradas con la mujer del asiento opuesto del avión, no tuve la reunión con Marcela ni fui al hotel Almas del Lago no cene con Alma y tampoco la conocí, aquel lunes mi mente voló muy alto mientras disfrutaba de Milena mi amante impura. Es sábado de un noche fría en algún lugar de la Patagonia, Alma había dejado a sus chicos en la casa de su ex marido entró a su casa amplia y solitaria, llevaba puesto un vestido corto color verde musgo se quitó los zapatos camino hacia su habitación moviendo sus anchas caderas, aflojo los breteles del vestido y lo dejo caer, no llevaba su corpiño de encaje, si su tanga negra. Se costo en su cama abrió la página de relatos eróticos y leyó “De Alma a mi amante impura”.