Mi Socio del Secreto
Fecha: 13/09/2025,
Categorías:
Dominación / BDSM,
Autor: Ericl, Fuente: SexoSinTabues30
... dado el primer paso. Y ahora, no había vuelta atrás. Al otro día llegué al colegio con una mezcla de ansiedad y expectación. Había hablado con mi hijo la noche anterior, comentándole que tendría una entrevista allí, pero no pude verlo cuando ingresé. De alguna manera, eso me tranquilizó. No quería que me hiciera preguntas que no estaba listo para responder. Me anuncié en la recepción, y en cuestión de minutos, la señora Raquel apareció. Era una mujer de unos cincuenta años, con una mirada perspicaz y una sonrisa medida, de esas que transmiten profesionalismo, pero no confianza. —Acompáñeme, por favor —dijo, guiándome por los pasillos hasta su oficina. El lugar era sobrio, con una biblioteca pequeña y un escritorio perfectamente ordenado. Me señaló una silla frente a ella y comenzó a hablar de inmediato sobre el taller de ingeniería. —El programa está diseñado para los alumnos de los últimos tres años —explicó—. Su rol será impartir la clase una vez a la semana. Eso es todo. Asentí, aunque sabía que había más detrás de esa fachada de normalidad. —La paga es bastante buena para el tiempo invertido —añadió con una leve sonrisa. No necesitaba el dinero, y ella lo sabía. La entrevista fue rápida, casi un trámite. Raquel me entregó un acta para firmar, y en cuanto estampé mi firma, lo entendí: el puesto era mío desde antes de haber entrado a esa oficina. Esto no era una entrevista. Era el siguiente paso en el camino que K había trazado para mí. Antes de salir de la oficina de ...
... Raquel, ella cerró la carpeta con el acta firmada y me miró fijamente. —Espero que esto sea suficiente —dijo con un tono medido, casi ensayado. Luego, añadió algo que me erizó la piel—: Por favor, dígale al señor K que he cumplido. Sentí un escalofrío recorriéndome la espalda. Mi mano aún estaba sobre el bolígrafo cuando la levanté lentamente. Traté de mantener el rostro neutro, pero mi mente iba a mil. —Claro… —respondí con la voz más estable que pude reunir. Ella sonrió de manera tenue y asintió, como si la conversación hubiera terminado. Como si yo no fuera más que un simple mensajero en todo esto. Salí de la oficina con una sensación extraña en el pecho. Esto no era solo una oferta de trabajo. Esto era algo mucho más grande. Y yo estaba justo en el centro de ello. No tuve más noticias de K por un tiempo. Durante los siguientes dos meses, seguí con mis actividades con la normalidad que podía permitirme. Mi negocio de bienes raíces continuó funcionando, y mi nueva función como profesor en el colegio se integró a mi rutina sin demasiados inconvenientes. Asistía solo un día a la semana, y aunque al principio me sentía fuera de lugar, con el tiempo me fui acostumbrando. A veces, en los recreos, veía a mi hijo jugando fútbol con sus amigos. Lo observaba desde lejos, preguntándome si algún día entendería por qué yo estaba allí en realidad. También veía a la señora Raquel. Intenté, sin éxito, entablar alguna conversación normal con ella. Siempre respondía con frases cortas, medidas, ...