Pues ese culazo me lo follaba - Relatos Eróticos

Pues ese culazo me lo follaba

... resbalar por la mesa.

¡Zas! Una fuerte nalgada.

-Auffff. Siiiii. Dame duro, Marco. – pidió chillando la rusa –

Eso es lo que yo quería y se la metía a lo bestia arrastrándola por el tablero.

Di un tirón de la blusa y solté el corchete del suje, saqué al aire sus tetas y me amarré como loco a sus pequeños y duros pezones.

-Fuerte, Marco, métemela fuerte. – pidió Irina contenta –

La ensarté con la verga y retorcí con mis dedos sus pequeños pezones marrones.

-Ouuuggg. Más, máaas. – rogó agarrada a la mesa – Reviéntame el culo si quieres.

Tiré de ella hacia atrás y empujé con la polla hacia arriba.

-Auuuuffff. Siiiii. Asíiiii. – exclamó poniéndose de puntillas –

Miré hacia la puerta y vi a Fran observando, mi hermana estaba de rodillas y le comía la verga con verdadero delirio.

-Puta, llámala puta. – me dijo Fran muy bajito –

Tiré a Irina del pelo para que mirase a otro sitio, no quería que viera a mi hermana haciendo la mamada a Francisco.

La embestí con la polla y retorcí sus pezones.

-¡Puta! Vaya culazo tienes. – chillé arrastrándola por la mesa –

-Siiiii, siiii. ¡Fóllamelo! Marco ¡Fóllamelo! – respondió dándose una fuerte nalgada en el culo –

Vi a mi hermana mamando y deseé correrme en su boca. Siiiiiiiii. Sacar la polla del culo de Irina y dar de beber a Dianita, como me hubiese gustado hacerlo.

Pero no, no era el momento, mejor otro día que no estuviese Francisco presente.

Fran la sujetaba del pelo y follaba ...

... salvajemente su boca, la verga entraba y salía y Dianita casi se ahogaba.

Empotré excitado a la rusa levantándola del suelo.

-Te la voy a meter por el culo cuando me dé la gana.

-Ouggg. Siiiii. – respondió Irina sofocada – Soy toda tuya, fóllame cuando quieras.

Miré sus anchas nalgas vibrando, su acanaladura abierta entre los cachetes y mi polla entrando y saliendo de ese agujerito pequeño que se abría y se cerraba continuamente. Empujé con todas mis fuerzas y se la metí hasta los cojones.

-Auuuufff. Voy a correrme. – chilló la rusa temblando –

Se estremeció entre mis brazos sin que dejara de empotrarla, mi verga entraba y salía de su culo a una velocidad de locura.

-Siii, siiii. Córrete tú ahora. – pidió apoyada en la mesa -

La saqué de su culo y vi el ojete abierto, golpeé con el capullo su nalga y después se la metí de golpe y no paré de follarla hasta que escupí la leche en su recto.

-Auuuu. – gemí clavándosela entera y dejándome caer sobre su espalda –

Miré hacia la puerta y vi que Fran y Diana ya no estaban, nos quedamos así un momento y después besé a Irina en la espalda.

-Vaya culazo tienes. – dije como piropo –

-De Puta. – contestó levantándose de la mesa –

Vio que me sonrojaba y acarició mi mejilla con ternura.

-No pasa nada, Marco, no es un insulto, es solo sexo. – y añadió dándose un azotazo en la nalga – ¡Mira que culazo de puta tengo!

(Capítulo 11 de la serie “Mi pervertida hermanita”)

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