1. Poco a poco le fui agarrando el gusto de vestirme y actuar como mujer, y que me comieran el culo.


    Fecha: 26/09/2025, Categorías: Dominación / BDSM, Gays Transexuales Autor: Martehijodejupiter, Fuente: SexoSinTabues30

    En una ocasión mientras uno del grupo se fue a comprar más cervezas, el dueño de la casa, sacó varias botellas de ron, por lo que seguimos jugando domino, y bebiendo ron. Hasta que a alguien se le ocurrió, que hiciéramos una competencia, solo que los que no llegasen a ganar ni una sola partida, debían cumplir con una penitencia, mi compañero de juego, y yo, aceptamos. Pero como cosa bien rara, ya que desde que comenzamos a jugar, comenzamos a perder, y a medida que seguimos jugando, seguimos perdiendo, al punto que algo así nunca, nos había ocurrido, a ninguno de los dos jamás. En esos momentos regresó el que había salido a comprar las cervezas, por lo que volvimos a beber cerveza, pero al seguir perdiendo, pensé que quizás se debía a lo mucho que ambos habíamos bebido, cerveza y ron. Pero aun, y así seguimos jugando, y seguimos perdiendo, y cuando terminó la competencia, de los seis grupos que jugamos, el de mi compañero, y yo, fuimos a los únicos que habíamos quedado en cero, es decir, que no pudimos ni tan siquiera empatar, y mucho menos ganar una sola partida. Lo que todos celebramos bebiendo más ron, o cerveza, al terminar de jugar, como ya había anochecido, hacía ya un buen rato, pensé en marcharme a casa, fue cuando todos insistieron, que tanto mi compañero de juego como yo, debíamos cumplir con la penitencia. Por lo que ambos aceptamos, de buena gana hasta que el dueño de la casa, nos dijo a que estábamos en carnavales, la penitencia era que los dos nos debíamos ...
    ... disfrazar de mujer. En principio ninguno de los dos estuvimos de acuerdo, pero la verdad es que estábamos tan borrachos, que tras todos ellos insistir un poco, nos convencieron de que debíamos cumplir con nuestra palabra. Así que no nos quedó de otra, que aceptar la penitencia, y de inmediato el dueño de la casa sacó, quien sabe de dónde, o de quienes eran, un par de feos vestidos de mujer. Además de un par de pelucas, y un montón de bisutería barata, mi amigo, y yo nos vestimos a regaña dientes, y después de ponernos las pelucas, las pulseras, collares, y zarcillos, alguien propuso que fuéramos a la plaza, y sin dejar de beber, todos fuimos a la plaza. Claro que desde que llegamos a la plaza, llamamos la atención, pero como él y yo seguíamos bebe que bebe, la verdad no me acuerdo que nos haya importado mucho. Pero ya en la madrugada, después de que perdí de vista a mi amigo, me quedé dormido, y cuando me desperté, un tipo que yo no conocía, me estaba dando salvajemente por el culo. Yo no recordaba nada, solo sé que aquel tipo no dejaba de meter, y sacar toda su verga de entre mis nalgas, la verdad es que estaba tan borracho, que apenas por un corto momento trate de quitármelo de encima, pero a medida que yo más me movía, él más duro me seguía dando, y diciéndome que no dejara de mover mi culo. Yo estaba de lo más confundido, ya que, aunque no quería que me siguiera dando por el culo, no lo dejaba de mover intensamente, chillando como una verdadera loca de placer. Justo cuando los ...
«1234...»