Poco a poco le fui agarrando el gusto de vestirme y actuar como mujer, y que me comieran el culo.
Fecha: 26/09/2025,
Categorías:
Dominación / BDSM,
Gays
Transexuales
Autor: Martehijodejupiter, Fuente: SexoSinTabues30
... sobre la arena, y apenas lo hice, y él comenzó a pasar sus manos recorriendo mis nalgas, y subiéndome el vestido, y bajando mis interiores. En esos momentos estaba tan borracho que me debí quedar dormido, lo siguiente que recordé fue, que me desperté cuando ya tenía toda su verga dentro de mi culo, y que yo me movía como una loca, pegando gritos de placer, hasta que llegó la policía, nos arrestó. Después de recordar todo aquello, con tanta claridad, me dirigí a uno de los más grandes almacenes de ropa, y compré un sin número de todo tipo de prendas femeninas, además de varias pelucas, maquillaje, pulseras, collares, zarcillos, y hasta perfumes, incluso zapatos de taco, sandalias, y hasta par de trajes de baño, además de un llamativo biquini. Con la excusa de que todo eran para mi novia, que le habían robado todo su equipaje, apenas regresé a la casa de la hacienda, comencé a probarme todas y cada una de las prendas que compré, pero las que más disfruté ponerme, fueron las íntimas. Así que, durante varios días, apenas terminaba trabajar en la finca, cenaba, me daba un buen baño con agua caliente, y en ocasiones mientras me tomaba algo, gustosamente me fui probando todas y cada una de las prendas que había comprado. Desde el primer día me di cuenta de que debía depilar todo mi cuerpo, luego poco a poco fui aprendiendo a maquillarme, hasta que, pasados algunas semanas, no tan solo me maquillaba perfectamente, sino que dominaba los tacos, tal y como si siempre los hubiera usado. ...
... Pero eso siempre lo hacía, estando completamente solo, la verdad es que no quería volver a pasar por el rechazo y la vergüenza, hasta que, en una ocasión, estando en la ciudad, cerrando una venta de ganado. Cuando me disponía a regresar a la finca, pasé frente a un negocio, un club que me llamó la atención, no tan solo por el nombre, sino por la clientela que vi entrando, por lo que decidí entrar. Ya dentro me sorprendí al ver tantos hombres vestidos de mujer, y aunque yo estaba solo sentado en la barra, me estaba divirtiendo, por el magnífico espectáculo que montaron en el pequeño escenario. Se trataba de un sin número, digamos que, de chicas chicos, imitando a grandes cantantes femeninas, no tan solo en su manera de vestir, sino también de cantar, todo eso me agradó tanto que, a la semana siguiente regresé, pero completamente vestido de mujer. Y la pasé de maravilla, ya que, a cierta hora de la noche, ponen a funcionar un Karioque. Yo canté algunas de las canciones de Rocío Dúrcal, que habían sido escritas Juan Gabriel. Al terminar mi primera canción me aplaudieron tanto, que seguí asistiendo a ese local, pero hasta esos momentos, no había vuelto a tener ningún tipo de relación con nadie. Más que todo, por miedo, hasta que se me presentó, un hombre mayor, que una noche estando en el local, me invito a su mesa, tratándome como si yo fuera una verdadera reina, yo comencé a decirle que realmente era un hombre, cuando él me dijo que eso no le importaba, por lo que bailamos, me ...